Oyarzabal trata de coger aire mientras Olasagasti alienta a las masas. José Mari López
El líbero

El VAR actúa de desfibrilador

Hasta que Pol van Boekel llamó al árbitro para recomendarle una revisión, una Real resignada solo deseaba que la herida no fuera mortal.

Bruno Parcero

San Sebastián

Jueves, 6 de marzo 2025, 21:33

O la Real se cree de verdad que puede eliminar al Manchester United y sale a Old Trafford decidida a conseguirlo o el partido de ... vuelta supondrá una muerte dulce. La Real no va a pasar a cuartos porque su rival esté muy mal. Lo logrará si está convencida plenamente de sus posibilidades, si sale determinada, si tiene fe. Todo lo demás supondrá repetir los primeros 70 minutos del partido de ayer, en los que el equipo de Imanol Alguacil jugó más a no equivocarse, a no cometer errores que facilitasen las transiciones de su rival, que a buscarle, a comprometerle, a hacerle dudar.

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El Manchester United se encontró con el partido que quería. Sin verse exigido en defensa y sin exponerse lo más mínimo en la presión, la calidad técnica de sus jugadores hizo el resto. Y sin grandes exhibiciones individuales, porque tampoco está para ellas, generó tres o cuatro acciones muy claras que pudieron desembocar en un resultado nefasto para los intereses txuri-urdin.

Esperaba haber visto otra Real tras el paso por los vestuarios, pero los primeros minutos de la segunda mitad resultaron aún peores porque el equipo fue incapaz de tener el control. El Manchester United merodeó el área con enorme facilidad y Zirkzee, con la colaboración de la defensa y de Remiro, terminó encontrando el camino del gol.

Desde ese minuto 57 hasta el 70, cuando el VAR actuó a modo de desfibrilador, la Real fue un zombi. No mostró el menor signo de rebelión pese a que Imanol introdujo tres cambios. Como resignada a su suerte, pareció encarar la recta final del partido esperando que la herida no fuera mortal.

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Y seguramente no lo fue porque apareció el VAR, esa máquina diabólica ayer salvadora porque permitió a Oyarzabal marcar de penalti y recordarle a su equipo que a Europa no se va a disfrutar, se va a ganar aunque luego se termine perdiendo. No peleas una temporada durante 38 jornadas para luego, una tarde de marzo, dejarte ir de mala manera.

Esa Real de los últimos 20 minutos fue el equipo que todos esperábamos ver. Porque nadie exige a la Real que elimine a un trasatlántico europeo como el United. Lo que quiere es ver a su equipo que se crea capaz de eliminarlo y que vaya a por él con determinación, como fue a por el PSG al Parque de los Príncipes o a Da Luz a por el Benfica. Esa es la única vía para eliminar al Manchester United.

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