Lo que puede pasar

El desplome que ha sufrido el equipo en el último mes no es fácil de explicar porque la Real de hoy no ofrece un dato optimista. Porque un número es peor que el otro. Porque las grandes cifras -Willian lleva 800 minutos sin marcar- esconden datos igual de preocupantes: un triunfo en ocho partidos en Anoeta. Así que hoy todo vuelve a ser cuestionado en la Real. Todo.

«Empezamos el partido con dudas y llegó el gol del Valladolid. Después dominamos pero no tuvimos esa claridad que te hace ganar los partidos.». Zurutuza dixit. He leído también que Garitano no reaccionó como lo hacía en las primeras jornadas ante los problemas que tenía su equipo. Y críticas a que sacara a Barrenetxea faltando cinco minutos. O que «ha cedido a sus principios y los últimos partidos ha jugado con cuatro atacantes y pocos centrocampistas y la fórmula ha fracasado». Pero hay algo que me preocupa más y es la insistencia de plumas acreditas y muy bien informadas en que «la relación de Garitano con sus jugadores no ha sido buena desde el inicio de temporada».

Así que la gente se pregunta y te pregunta «si los jugadores le han hecho la cama al entrenador». Y les dices que no llegas tan lejos, que no lo crees, pero sí que no le han ayudado. Que ya en pretemporada pesos pesados de la Real no creían en lo que estaban haciendo y lo proclamaban a los cuatro vientos y no era la mejor manera de crear un ambiente positivo (y lo siguen haciendo). Y también eran varios los jugadores que en privado mostraban su escepticismo con la propuesta del técnico y no le querían. Y...

Curiosamente, el otro día la periodista Rosana Lakunza le preguntaba a Mendilibar, entrenador del Eibar, si los jugadores de un equipo pueden boicotear a un entrenador. «Me parece muy fuerte... Pueden estar en desacuerdo con lo que el entrenador hace, pero si ganas no tienen nada que hacer. Y si pierdes y pìerdes son los directivos los que te echan (por los resultados)», le dijo el técnico. Más o menos la teoría de Javier Aguirre, que les he contado aquí mil veces. Venía de perder dos partidos cuando entrenaba al Atlético de Madrid y los periodistas le preguntaron si temía que le echaran. Su respuesta fue clara. «El entrenador se quita solo. A los entrenadores no nos quitan los periodistas, aunque más de uno se lo crea. Ni siquiera el público. Son los resultados: si ganas ganas y ganas sigues; si pierdes y pierdes te destituyen. Todo se reduce a eso».

P.D. Si la Real hubiera ganado los cuatro últimos partidos y siguiendo la teoría de Mendilibar, los métodos de Garitano no estarían en entredicho, pero como los ha perdido la gente se pregunta y te pregunta si seguirá. Stop. Y les cuentas lo que sabes. Stop. Y lo que sabes es que el presidente, Jokin Aperribay, que estaba muy 'tocado' tras la derrota, dijo en el palco a los consejeros que las decisiones se tomarían después de Navidad; que el partido del Bernabéu era el 6 de enero y que había días de por medio. Stop. Pero Garitano ha citado a los jugadores el día 28 y antes del viernes el presidente y el Consejo decidirán si destituyen o no a Garitano. Stop. Aperribay hablará antes con Roberto Olabe. Y también pulsará la opinión de los cuatro capitanes realistas: Illarra, Zurutuza, Oyarzabal y Rubén Pardo, aunque me consta que ya conoce su sentir. Stop. Blanco y en botella. Stop.