Cerca de 3.000 aficionados arropan a la Real en el primer entrenamiento del año

Desde un cuarto de hora antes de las 11.00, hora fijada para la sesión, los accesos a Zubieta por el Hipódromo se encontraban repletos de coches aparcados en la cuneta de la estrecha carretera que conecta Mercabugati con los campos de la Real Sociedad. Un trabajador del club desviaba en la rotonda de entrada el tráfico hacia el Z-7 para evitar que las vías de acceso inferiores se taponaran.

Al contrario de lo sucedido hace dos semanas en la visita a Berazubi, último entrenamiento en abierto de la Real, esta vez los más jóvenes no han acudido con sus compañeros de colegio al disfrutar de sus vacaciones navideñas. La imagen ha sido más familiar, aunque las ganas de disfrutar han sido las mismas.

La tribuna del José Luis Orbegozo, que después de la reforma tiene una capacidad de 600 asientos, se ha quedado pequeña para albergar a los aficionados. Por ese motivo, toda la zona inferior cercana al césped se encontraba repleta de niños y mayores que quisieron ver a los jugadores desde cerca. Desde el córner del Z-4 hasta la tribuna no cabía un alfiler en ese perímetro de pie que rodea al terreno de juego. Los más afortunados han sido los que se han situado detrás de la portería que da a la carretera de acceso, porque ahí han realizado los de Imanol los primeros ejercicios de rondos y calentamiento.

En el entrenamiento no han participado con el grupo Hamari Traoré, Martin Zubimendi ni Sheraldo Becker, éste con permiso del club por un asunto familiar. Los dos primeros han concentrado la atención de los aficionados mientras sus compañeros se ejercitaban al aparecer por el campo principal. Zubimendi lo ha hecho acompañado por el fisioterapeuta Imanol Soroa en un momento de parón del trabajo individualizado que ha realizado por esas molestias que sufre como consecuencia de una fractura en la costilla. Los niños que estaban en las inmediaciones han aprovechado para sacarle unos autógrafos en presencia de Roberto Olabe y Erik Bretos, que estaban a pocos metros.

Traoré ha bajado de entrenar en solitario desde el Z-2 y ha sido rodeado por una multitud de niños con los que se ha fotografiado. En su caso ha estado bastante más tiempo porque estaba detrás de la valla de separación de la grada y no tenía otra forma de acceder a los vestuarios. Lo ha hecho con un sonrisa, señal de que la recuperación de la rodilla va muy bien. El presidente Jokin Aperribay también ha estado presente en el entrenamiento y ha firmado sus autógrafos.

Una de las partes más atractivas del entrenamiento ha sido el ejercicio ataque-defensa en el que se han visto cuatro goles marcados por Brais, Barrenetxea, Sucic y Sadiq, que han sido celebrados por los más pequeños. Las dos líneas defensivas con las que ha formado Imanol han sido Aramburu, Martín, Aguerd, Javi López y Urko, por un lado, y Odriozola o Aritz, Zubeldia, Pacheco y Aihen con Turrientes.

En el tramo final del ensayo se han organizado varios partidillos en 30x15 metros con equipos de cinco jugadores, que han sido los siguientes. De azul han jugado Oyarzabal, Martín, Olasagasti, Brais y Aguerd, de blanco lo han hecho Urko, Zubeldia, Barrenetxea, Sucic y Óskarsson, de verde Aramburu, Marín, Aihen, Zakharyan y Kubo y de rojo López, Aritz, Sergio Gómez, Turrientes y Sadiq. También había jugadores como Odriozola o Pacheco que entraban y salían. Entre goles y muy buenas paradas de un Remiro inspirado el entrenamiento ha concluido pasada más de una hora del inicio. Entonces ha llegado el momento de cazar el selfie con el jugador preferido y la firma de camisetas, a la que los realistas han accedido gustosos. Ha sido una mañana inolvidable para los más txikis.