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Aquí otro gol de sainete. Aquí otra derrota. Aquí otra decepción. Aquí el desaliento. No hay manera de que la Real Sociedad enganche una victoria. Cero puntos en los últimos tres partidos y un pírrico gol. Decimoquintos, con la zona roja de la tabla ... asomándose a los talones de la Real. Y es que cuando más necesaria era la victoria realista, cuando todos ansiábamos los puntos que nos redimieran de la derrota ante el Valladolid que nos dejó bastante tocados (al menos a mí), llega el 1-0 de Getafe. Y con él vuelta al runrún.
Lo último que necesitaba esta Real afanada en la búsqueda de sí misma era caer en Getafe. Porque venía de dos derrotas consecutivas. Porque el partido medía su fibra competitiva..., pero nos llevamos otro chasco. Es cierto que el gol a los tres minutos hizo mucho daño, pero la Real tenía 87 minutos para enderezar aquello y nada, oiga. Juanmi falló lo que no se debe fallar con aquella vaselina; Sandro no llegó a un centro envenenado de Theo..., y del segundo tiempo mantengo en mi retina el cabezazo de Juanmi...
La Real viajó a Getafe en busca de nuevas noticias, pero lo que se trajo fue otra ración de lo mismo. Lo digo porque hace bien poco, tras la victoria en el Ciutat de Levante y después de eliminar al Celta en la Copa, parecía iniciar un recorrido de altos vuelos, pero no. La cosa se ha torcido de tal manera que ahora mismo el desánimo es general.
«Fallamos en las dos áreas y así nos va», ha clamado Illarra a los cuatro vientos en una frase con mensaje que corresponde atajar al entrenador. En el Leganés, Asier Garitano acertaba en cada decisión que tomaba, pero en la Real no lo ha conseguido, no ha dado con la tecla..., y le esperan días difíciles, ya que estamos necesitados de explicaciones hacia afuera y hacia dentro (más les vale ganar al Alavés).
Y entre tanto desánimo hay que referirse a la presencia en la lista de Getafe de un chaval de 16 años (cumplirá 17 el 27 de diciembre) y que atiende por Ander Barrenetxea. El jovencísimo donostiarra no jugó ni un minuto, pero que un realista pueda ser más precoz en dar el salto al primer equipo que López Ufarte, que Bakero, que Griezmann o que Oyarzabal (y sin pasar por el Sanse) merece ser destacado con mayúsculas.
Y aún a riesgo de repetirme, recordaré lo que le dijo Javier Aguirre, por aquel entonces entrenador del Atlético de Madrid, al Kun Aguero a su llegada al equipo con 17 años y a punto de cumplir los 18, en plena vorágine mediática (se empezó a merendar titulares y a ocupar minutos de radio y televisión). «Vigile la alimentación, sáquese el carnet de conducir, haga las cosas de los chicos de su edad y ya tendrá tiempo de hacerse mayor y por ende futbolista». Suerte, chaval.
P.D. Y me gustaría hablar de Theo. Stop. Lo mismo que dije que había que llamarle a capítulo por su desplante hacia el técnico al ser sustituido ante el Valladolid, me apetecen sus incursiones por banda porque siempre que coge la 'moto' puede pasar algo. Aunque en Getafe en la primera penetración no disparó y en la contra marcó el Getafe, hay que decir que el gol llegó por el mal repliegue defensivo realista y la ternura de Gorosabel. Stop. Por cierto, preocupación en las altas esferas por el bajo rendimiento de algunos jugadores. Stop. Por ejemplo Sandro, que lleva 40 partidos sin marcar. Stop. Y un desconocido Willian. No me extrañaría que hubiera 'filípica' del presidente antes del viernes. Stop. Se juega mucho la Real. Stop. El objetivo blanquiazul es terminar la primera vuelta con 25 puntos y para ello es necesario ganar en Anoeta al Alavés y al Espanyol. O al Madrid en el Bernabéu el día de Reyes. Stop. Ojo.
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