Europa League | Real Sociedad - Manchester United

Un corazón que no cabe en el pecho

Una Real que no merece ni perder el partido da una nueva lección de derroche y garra para colarse en octavos de final

Miguel González

San Sebastián

Jueves, 3 de noviembre 2022

No sé si puede haber algo más grande que ser de la Real. Cuando la adversidad más aprieta y parece ahogarla, ahí saca la cabeza ... para decir aquí estoy yo. Eso es lo que sucedió en la noche más mágica que se recuerda en años en Anoeta. Con la delantera mermada por hasta seis bajas y un gol del Manchester nada más empezar, se agarró los machos y se lanzó a la pelea cuerpo a cuerpo para firmar una segunda parte sin complejos en la que asedió la portería de De Gea para humillar a un trasatlántico del fútbol mundial que apenas pudo estirarse.

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Fue un partido de los de antaño, de los de dejarlo todo en el campo e ir como aviones a cada disputa. Y ahí estuvieron fantásticos los realistas, especialmente Zubimendi y Merino que, cuando el reloj avanzaba, tomaron las riendas y emergieron en la zona ancha para imponer su autoridad. El desenlace no pudo ser más justo porque la Real ha sido la mejor del grupo y se cuela en octavos por delante de un Manchester United. Que tiemble Europa a partir de marzo cuando tengamos a toda la plantilla en condiciones.

Los mismos que ante el Betis. Imanol fue fiel a su discurso de la víspera y puso en liza a los mismos jugadores que el domingo pasado contra el Betis. Qué mejor manera de ser consecuente con una intención de juego. Vio que habían recuperado bien físicamente y, como acabó contento con el rendimiento que dieron en la última jornada de Liga, decidió apostar por ellos. Con Remiro en portería, formaron en defensa Gorosabel, Le Normand, Pacheco y Rico, en el centro del campo se mantuvo el tridente intocable compuesto por Zubimendi, Merino y Brais, Marín volvió a repetir de enganche con buena nota, con Carlos Fernández y Sorloth arriba.

Real Sociedad

Remiro; Gorosabel (Aritz, min. 57), Le Normand, Pacheco, Rico; Zubimendi, Merino, Brais (Zubeldia, min. 81), Marín (Robert Navarro, min. 57); Carlos Fernández (Guevara, min. 72) y Sorloth (Magunazelaia, min. 81).

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Manchester United

De Gea; Dalot, Lindelöf, Lisandro, Shaw; Casemiro, Eriksen, Van de Beek; Bruno, Garnacho y Cristiano Ronaldo.

  • Gol. 0-1 min. 17: saque largo de De Gea a Bruno que gana el salto a Rico, lo que permite a Ronaldo meter al espacio a Garnacho para que gane la espalda a Gorosabel y fusile a Remiro.

  • El árbitro. Georgi Kabakov búlgaro, asistido en las bandas por Margaritov y Valkov. Amonestó a Brais y Carlos Fernández de la Real y a Lisandro, Ronaldo y Dalot del Manchester United.

  • Incidencias. 36.744 espectadores en el Reale Arena. Noche mágica. Cerca de 2.000 aficionados ingleses en la grada. Apoteósis final a la conclusión del partido.

En el United hubo varias sorpresas. En defensa Lindelöf dejó en el banquillo a Maguire y en ataque Ten Hag dio la alternativa a Van de Beek y Garnacho en detrimento de Rashford y Elanga, con lo que se aseguraba un banquillo de lujo para maniobrar en la segunda parte, aunque no le dio resultado porque la Real no iba a dejarse arrebatar lo que tanto le había costado ganar.

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El United carga la izquierda. Ten Hag demostró tener bien estudiada a la Real y volcó el juego por la izquierda, donde concentró a Shaw y Garnacho, uno de los jugadores más en forma de los red devils. Por ese flanco sembró de salida la incertidumbre en la Real, sobre todo cuando Brais o Zubimendi no podían echar una mano a Gorosabel o cuando lograban enlazar un contragolpe.

Para el cuarto de hora se adelantó el conjunto inglés con un gol precisamente de Garnacho. Fue en un golpeo largo de De Gea hacia Bruno Fernandes que éste ganó por arriba a Rico. La caída la recogió Cristiano Ronaldo entre líneas sin que Pacheco ni Le Normand le encimasen. Dejarle semejante espacio al portugués fue un lujo que no desperdició para asistir a Garnacho, que ganar la espalda a un Gorosabel vendido y fusilar a Remiro fue todo uno.

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Lo curioso del caso es que a la Real le estaba viniendo bien presionar arriba el saque de meta rival porque los balones largos de De Gea los ganaban entre Le Normand y Pacheco, pero el primero perdido acabó en la cazuela con tantos minutos por delante por jugarse. El partido se iba a hacer largo.

La tiene Marín para empatar. A la Real le costaba igualar la batalla en el centro del campo, especialmente porque Van de Beek y Eriksen se posicionaban muy arriba y metían atrás a Merino y Zubimendi, por lo que Casemiro jugaba fácil ante Marín. Si Brais se centraba para echar una mano, Shaw se abría, y si no se metía para generar superioridades por dentro, igual que Bruno Fernandes por el perfil contrario.

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Sin embargo, la Real antes del descanso tuvo dos buenas para empatar tras recuperar el balón en campo contrario, ambas con Pablo Marín. En la primera Gorosabel, Zubimendi y Sorloth dejaron dentro del área al riojano, pero su remate no entrañó dificultad para De Gea. En la segunda fue bien diferente porque Gorosabel enganchó un duro disparo desde la frontal del área que no pudo blocar De Gea y Marín rebañó el rechace. Cuando el balón entraba le pegó en la cabeza al meta madrileño y salió milagrosamente por encima del larguero. Anoeta se estremeció ante la oportunidad perdida.

Actitud

La Real apostó por jugar al ataque aunque le valía el resultado y esa fuela mejor manera de defenderlo

Al ataque tras el descanso. En la segunda parte los de Imanol salieron como si no les valiese el resultado en vez de jugar a defenderlo. Y esa actitud fue clave. Ajustaron mejor la presión y empezaron a recuperar más alto para llegar con peligro al área de De Gea. Un centro de Brais desde la izquierda lo cabeceó arriba Sorloth. También con la testa remató Carlos Fernández una falta lateral que se fue alta.

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Con Zubimendi y Merino como mariscales de campo, todo robo generaba una situación de contra. Sorloth tuvo dos manos a mano con Dalot pero sus disparos salieron demasiado cruzados. Guevara sí encontró puerta tras una cesión atrás de Navarro pero De Gea anduvo rápido en el blocaje.

Fortaleza

El cuadro txuri-urdin se mostró físicamente muy entero para ganar las disputas y atacar a partir de ellas

En el descuento tocó amarrar lo que se había ganado con defensa de cinco con la entrada de Zubeldia y Navarro y Magunazelaia haciendo metros como dos descosidos en la presión. La madurez de esta Real se demuestra en que ganó todos los balones que le colgaron al área y se permitió el lujo de acabar el partido sin apenas sufrir. Una inyección de moral por todo lo alto.

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