Alavés 1 - 1 Real Sociedad, penaltis 6-5

Misil de Brais y detalles de Carlos

Sorprendió Imanol al subir al autobús a solo veintidós futbolistas. Todos ellos jugaron 45 minutos y faltaron Kubo y Becker al tener pocos entrenamientos, Zakharyan por problemas físicos y Navarro por decisión técnica. El catalán podría no tener minutos durante la pretemporada. Así las cosas, Imanol diseñó un once más reconocible en la primera mitad mientras que el segundo equipo estuvo plagado de jugadores del Sanse. Se estrenó con Marrero; Traoré, Aritz, Zubeldia, Balda; Urko, Brais, Marín; Barrenetxea, Mariezkurrena y Carlos.

Comenzaron bien los txuri-urdin, dominadores del juego y con el Alavés replegado. Golpearon bien pronto los babazorros en una jugada a balón parado mal defendida. Un rechace a la salida de un córner terminó en la cabeza de Kike García, el obrero del gol, que, sin saltar, envió el balón a la escuadra sin que Marrero pudiese hacer nada. Le pilló a contrapié. Se rehizo la Real gracias a Brais, Marín y un notable Carlos Fernández, que jugó su primer partido desde el 7 de enero. Aprobó con buena nota el primer examen del verano, no así Sadiq, el otro delantero que se está jugando el puesto. El sevillano bajó a recibir, jugó de cara con Marín y descargó el juego para dar continuidad a las jugadas. Así vino el tanto del empate. Un pase de espuela de Carlos dejó a Brais en buena situación de remate, aunque Guevara le salió al paso. Regate sutil del de Mos, mirada al frente, misil a la escuadra. No es la primera vez que dibuja parábolas de semejante belleza.

Sucedieron pocas cosas más hasta el descanso pese a la insistencia de Marín. Gran partido del riojano en la tercera altura del centro del campo. Generó peligro en la primera ocasión del partido gracias a una de sus principales armas como es la conducción. Se le hizo de noche a la hora de disparar.

Con tanta carga en el comienzo de la pretemporada, Imanol refrescó el equipo cambiando a los once futbolistas. Participaron Fraga; Odriozola, Martín, Rupérez, Gómez; Gorrotxategi, Olasagasti, Goti; Ochieng, Dadie y Sadiq, o lo que es lo mismo, solo tres futbolistas del primer equipo y ocho del filial.

Tanto Alavés como la Real bajaron la intensidad, los pases no eran tan precisos y si el calor fue el protagonista al arranque del partido un fuerte viento condicionó algo las combinaciones colectivas. El Alavés comenzó a realizar cambios y demostró estar algo más rodado físicamente, al menos con algo más de frescura pese a jugar el pasado miércoles ante el Racing. Si alguien mereció romper la igualada esa fue la Real. Dadie, incisivo en banda izquierda cambiada cuando el encuentro quizás demandaba centros a pierna natural por la derecha, generó peligro a Jay, al que le tuvieron que echar una mano con ayudas defensivas. El donostiarra tuvo tres ocasiones de gol, bien diferentes además.

Lo intentó desde lejos después de dejar sentados a dos rivales con un bonito quiebro, levantó la cabeza y lo intentó desde lejos con un disparo seco. Owono, canterano txuri-urdin, tuvo que meter la manopla. El extremo se estaba marchando de sus defensores, pero en un dos contra dos peligroso fue Sadiq quien le salió a su paso. Molestó en la conducción el nigeriano dejando sin hueco a Dadie, que chutó cruzado forzado. Pese a la lejanía, más claro fue el disparo desde el centro del campo tras un mal pase de Owono. Pasó por encima del larguero. No estuvo acertado Sadiq. Trató de girarse sin éxito y perdió varios balones. Peor fue el lanzamiento de penalti en la tanda. Flojo y cantado.

El Trofeo Villa de Laguardia demostró que hay que seguir trabajando los once metros. El nigeriano fue el primero en lanzar, pero tras una carrerilla lenta disparó a las manos de Owono. También fallaron Rupérez, frenado por el larguero, mientras que Odriozola y Ochieng enviaron sus penaltis fuera. Encontraron la red Olasagasti, que calcó el penalti de la tanda ante el Mallorca, Goti, Dadie, Gorrotxategi y Gómez. Primer test del verano bajo la atenta mirada de Roberto Olabe y Erik Bretos, pendientes del teléfono. El verano no ha hecho más que empezar a la espera de todos los internacionales.