Un derbi por todo lo alto

En plena nube tras su debut internacional, la extremo txuri-urdin desea que el sol siga iluminando su juego y el de la Real ante el Athletic.

Marta Cardona (Zaragoza, 1995) llegó la pasada temporada a Zubieta, pero parece que lleva toda la vida. Se ha impregnado del ADN txuri-urdin tras un curso mágico en el que la extremo zaragozana creció tanto como el equipo. Su evolución es tal, que acaba de regresar tras debutar, y brillar, con la selección estatal. Su siguiente reto, el derbi.

- La primera pregunta es sobre Vanesa Gimbert, referente en la zaga rojiblanca a la que tendrá cerca.

- Yo creo que todas las jugadoras admiramos a Vanesa. Tiene 39 años si no me equivoco y sigue a un nivel tremendo. Siempre nos ha dado mucha guerra. Lleva muchos años en el fútbol y es muy difícil irte de ella. Toda la defensa del Athletic se conoce desde hace mucho tiempo, son jugadoras que han estado en la selección y seguro que nos lo pondrán complicado.

- Este año, sin embargo, no se han mostrado tan robustas atrás.

- Que sigan así (ríe). El año pasado también les pasó lo mismo. También en la quinta jornada jugamos con ellas y nos remontaron un 0-1. Espero que este año no las volvamos a revivir.

- En el primer derbi del año pasado, la Real era segunda invicta y el Athletic no conocía la victoria. Será bueno tenerlo en cuenta.

- Sin duda. Sé que no va a pasar lo mismo que el año pasado. Estamos muy mentalizadas para ello porque queremos conseguir los tres puntos y mantener la dinámica positiva.

- El equipo desprende confianza, no en el sentido de relajación sino en el de seguridad en sí mismo.

- El juego de los últimos meses de la temporada pasada, el título de la Copa, la victoria después en la Euskal Herri Kopa por 1-3 ante el Athletic... Son detalles que nos han dado mucha confianza. Ya no estamos un paso por detrás del Athletic, estamos ahí. No es exceso de confianza ni relajación, porque no nos lo hemos creído. Pero sí tenemos confianza en que podemos hacerlo, en que podemos ganar a cualquiera.

- ¿Le quieren presionar a Aperribay para que les abra más el Reale Arena?

- Yo espero que la gente disfrute de nuestro fútbol y ganar el derbi para que la gente se enganche aún más. Queremos ponérselo difícil a Aperribay para que nos lleve más veces.

- La afición ha respondido este curso en las dos jornadas en Zubieta.

- No voy a empezar a decir tonterías con que Zubieta se nos queda pequeño, pero en los dos partidos que hemos jugado este año se ha llenado. Tenemos una mayor visibilidad. Mira cómo nos recibió la afición tras la Copa. La gente nos empieza a reconocer por la calle. Va a por todas con el fútbol femenino. Hay gente que se ha acercado al fútbol femenino y no al masculino. Pienso que es porque el fútbol femenino empieza a enganchar. Tenemos que aprovechar el tirón.

- Acaba de volver tras su debut con la selección. ¿Esperaba la llamada de Vilda?

- Para nada. La noticia me la dio Nerea Eizagirre. Acabábamos de jugar con el Betis un domingo, yo había acabado lesionada, y ese lunes recibí el mensaje de Nerea: 'zorionak'. Al principio no sabía a qué se refería. Yo sabía que Jorge Vilda daba la lista, pero nunca me había llamado y tampoco lo esperaba. Estuve casi 20 segundos en estado de shock. Luego ya empecé a avisar a la familia. Recibí felicitaciones. Esa semana disfruté mucho y fui a la selección con mucha confianza tras ganar al Espanyol 0-1, con un gol mío que me hizo mucha ilusión.

- Estuvo cerca de marcar con la selección...

- Sí, contra Azerbaiyán me hizo dos paradones la portera. Luego, en la República Checa di dos asistencias. Quería ayudar al equipo y convencer a Jorge para que me vuelva a llamar pero debo seguir mejorando.

- ¿Con qué detalle se ha quedado de sus días con la selección?

- Las compañeras son tan buenas, que los errores que cometes no se ven tanto. En la Real tenemos un nivel de equipo espectacular, pero en la selección están las 23 mejores de España, con jugadoras del Barcelona y el Atlético que están en la Champions, y es otro nivel. Por eso los fallos no se notan tanto. Ellas te ayudan mucho, te hacen mejor jugadora. Se recupera antes el balón, se juega a muchísimo más ritmo, a más intensidad, estás más metida... Con todo esto, he aprendido más a cómo enfocar los partidos, cómo ir a entrenar, cómo exigirte un poco más para llegar a los niveles de las compañeras. Así seguro que hago mejor a la Real Sociedad.

- ¿Qué le dijo Jorge Vilda?

- Que había hecho un buen debut, y que debía mejorar lo que te decía antes: de cara al gol y también el último pase. No siempre vas tener una eficacia del 100% en los partidos, pero sí estar más cerquita.

- ¿Se pellizca para creerse todo lo bueno que le va llegando aquí?

- El problema es que no me ha dado tiempo a pensar. Llegué el jueves, con tiempo justo para ir a entrenar y estamos centradas en el derbi. Cuando pase y esté en casa descansando, lo empezaré a asimilar. Me traje la camiseta de la selección, y cuando la mire seguro que me digo 'joe, Marta, hace tres semanas estabas soñando como cualquier futbolista con ir a la selección, y lo has conseguido'. Entonces disfrutaré aún más. Es como cuando la Copa, que la disfruté todo el verano.

- ¿A qué debe aspirar la Real?

- De momento, a ganar el derbi. Estamos muy ilusionadas. No solo porque sea el Athletic, al que queremos ganar y si es por goleada, mejor (ríe). Si fuera otro rival también le querríamos ganar para mantener la buena dinámica. No hemos perdido ningún partido y queremos seguir cerca de los puestos de arriba. No nos ponemos el objetivo de ganar la Liga o estar entre los tres primeros. Pero por qué no. Si sumamos los tres puntos cada fin de semana, más cerquita estaremos de conseguirlo.

- ¿Y a nivel personal?

- Tratar de mejorar eso que te decía antes y hacerlo bien en la Real. Ojalá pueda seguir en la selección. Si lo consigo, encantadísima. Y si no, seguiré trabajando por el equipo. El año pasado dejamos unas expectativas muy altas y queremos volver a estar ahí. No queremos cargar con una presión extra, pero queremos estar lo más cerca posible del Barcelona o el Atlético. Por qué no.

La defensa rojiblanca espera conseguir hoy un triunfo en el Reale Arena y empezar a remontar el vuelo: «Queremos que sea un punto de inflexión».

Vanesa Gimbert (Bergara, 39 años) debutó con la camiseta del Athletic en un derbi. Lo hizo el 9 de septiembre de 2013 y las rojiblancas se impusieron en Lezama por la mínima, 1-0. Desde entonces, ha jugado otros 11 y solo ha perdido una vez. Un accidente en medio de un impresionante balance de ocho victorias, tres empates y un resbalón. Ha llovido desde entonces y esta tarde la guipuzcoana buscará una nueva muesca en su impresionante currículum, que incluye servicios prestados en seis clubes diferentes y también en la selección absoluta, con la que se estrenó con apenas 17 años. La conversación tuvo lugar el viernes en Lezama. La defensa calificó de «especial» el duelo en el Reale Arena y afirmó que debería servir para que el conjunto bilbaíno levante el vuelo tras un comienzo de liga deficiente.

- ¿Qué significa un derbi?

- En un derbi no manda ni la clasificación, ni los estados de ánimo, ni las rachas. Un derbi es algo diferente y se vive de una forma diferente, con todo lo que implica.

- Ha jugado muchos. ¿A qué saben las victorias?

- Valen lo mismo, tres puntos. Pero es verdad que dan una chispita diferente. Casualmente, con el Athletic debuté en un derbi. Es un partido especial por todo lo que le rodea.

- Nació en Bergara, un pueblo que viste de blanco y azul, y lleva camiseta rojiblanca.

- Tampoco se crea lo de blanco y azul. Hay mucha gente que es del Athletic. Como es Gipuzkoa pensamos que tiene que ser de la Real Sociedad, pero hay de todo, ¿eh?

- Llegan al derbi 'tocadas' por los malos resultados. ¿Puede ser una buena ocasión para empezar a remontar el vuelo?

- Sin duda. Es una buena oportunidad para empezar a creérnoslo, sumar de tres en tres e ir hacia arriba. Queremos que sea un punto de inflexión, cambiar la dinámica. El año pasado se dio también. Jugábamos el quinto partido contra la Real y a partir de ahí cogimos una buena racha. Esperemos que se repita.

- ¿Por qué han empezado tan mal?

- Tampoco sabría qué decir. Ha venido un entrenador nuevo, hay muchas cosas que debemos asimilar y luego llevarlas a cabo en el terreno de juego. Nos está costando un poco.

- Dice Villacampa que hace falta que se crean de lo que son capaces. Habla de la confianza.

- Estoy totalmente de acuerdo. Tenemos claro que si enlazamos unos cuantos resultados positivos vamos a ganar en confianza y todo se verá diferente. Debemos creérnoslo porque lo hemos demostrado de sobra.

- Juegan en el Reale Arena. ¿Motiva o cohíbe?

- ¿Cohibir? ¡Para nada! A cualquier futbolista le gusta jugar en grandes estadios. Ya habíamos jugado allí. Siempre es mejor que te pongan un campo bueno que uno malo.

- ¿Qué es lo que más le preocupa de la Real Sociedad?

- Tiene buenas jugadoras, sobre todo del medio campo para arriba. Destacaría el bloque y el trabajo que vienen haciendo desde la pasada temporada. Están con confianza por los resultados obtenidos -dos victorias y dos empates-. Su jugadora estrella es Nahikari, pero han fichado bien y es un bloque contundente.

- ¿El fútbol femenino va deprisa?

- Podía haber avanzado antes y más de prisa. A mí ya me pilla un poco tarde. Afortunadamente, en los últimos años y desde la entrada de Iberdrola y de la televisión se le ha dado visibilidad. El último Mundial también ha ayudado en este sentido. Ha sido como un 'boom'. Esto va creciendo y esperemos que no deje de hacerlo nunca, que no pare.

- Hace nada iban a verles 100 personas a Lezama y ahora meten a más de 40.000 personas en San Mamés. El cambio es brutal.

- Sí, y eso que Lezama siempre ha sido un campo al que la gente suele ir. Cuando jugaba en otros equipos me encantaba venir aquí por el ambiente que había en las gradas. No teníamos la suerte de vivirlo en otros campos. Podemos disfrutar de Lezama cada 15 días y encima si nos dan la posibilidad de jugar en San Mamés es un sueño que a todas nos gusta cumplir.

- Lleva 20 años en la élite y jugaba cuando el fútbol femenino era invisible. ¿Qué dice a sus compañeras jóvenes, que desde el día uno tienen su propio cuerpo técnico, médico, campo de entrenamiento, toda la atención necesaria...?

- Les digo que valoren donde están y que lo aprovechen. Muchas de las que vienen de antes no lo han tenido, y por eso les pido (a las jóvenes) que disfruten. Deben ser conscientes de lo que cuesta llegar aquí y, sobre todo, que valoren lo que tienen.

- Una vez sus padres dijeron que «las paredes siempre la han apoyado». Ha dado muchas patadas al balón en la calle.

- Sí, me apoyaban mis paredes y mis padres (risas). Tuve la suerte de jugar en el barrio y en el colegio con los niños. En ningún momento me pusieron problemas. De hecho, me llamaban a jugar al fútbol.

- Porque era buena.

- O porque no daba patadas (risas). He tenido la suerte de contar con el apoyo de mis padres, de los chavales de mi colegio y de mis paredes.

- ¿Cómo reaccionaron sus padres cuando les dijo que quería dedicarse al fútbol?

- Antes era muy difícil hablar de una dedicación 'profesional'. Cuando les dije que me iba a Valencia, al Levante, fue un poco chocante. Al final la que se va es tu hija de 19 años y tampoco lo hace para vivir del fútbol. Los sueldos que había antes...

- Cuándo se retire, ¿qué va a hacer con su vida?

- No lo sé. Quizás entrenaría a niños. Eso me llama más la atención que hacerlo en categorías más altas. Pero de momento lo que quiero es llegar lo mejor posible a cada partido y luego ya pensaremos.

- Tras 20 años en la élite, y acabará jugando más de 200 partidos con el Athletic, ¿cuando lo deje podrá tirarse a la bartola y vivir de lo que ha ganado con el fútbol?

- No (risas). Para nada.

- Habrá que trabajar.

- Eso está claro. No sé si alguna jugadora podría tirarse a la bartola cuando se retire. Es verdad que cada vez hay más extranjeras y que cobran bastante más, pero hasta el punto de retirarse y de no tener que trabajar... lo veo difícil.

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