Real y Granada firman tablas en Zubieta

El Granada logró bloquear en los primeros compases del duelo el ataque realista, que dominaba la posesión pero al que le faltaba profundidad para llevar peligro a la portería rival. Un monólogo durante los primeros 45 minutos en los que apenas pasó nada destacable. Tan solo un par de disparos lejanos de Arnaiz desde la frontal del área intimidaron a las de Roger Lamesa, que se estiraron en los últimos compases del periodo con una internada de Gaste por el flanco izquierdo que obligó a Lete a sacar una mano arriba para enviar el esférico a córner. La Real apretaba pero no terminaba de ahogar.

El duelo se abrió tras el paso por vestuarios. Las nazaríes adelantaron líneas y salieron con una marcha más en el segundo acto. Laura Pérez tuvo la primera ocasión clara, pero su disparo se marchó a la izquierda de la guardameta realista. Inmediatamente respondió la Real con un tiro desde la frontal de Lorena que atrapó Estévez sin mayores dificultades. Las rojiblancas, más cómodas con el balón, incomodaban la salida de balón txuri-urdin, que no lograban construir con limpieza desde atrás.

Movió entonces el banquillo Natalia Arroyo en pos de darle una marcha más a su equipo pero antes de que la entrada de Andreia, Bernabé o Jensen tuviese algún efecto las realistas se vieron por detrás en el marcador después de un error garrafal de Lete cuando intentaba comenzar jugada desde atrás. La guardameta rehusó pegar un balonazo arriba y el esférico cayó en las botas de Carlota Suárez, que no desaprovechó el regalo para anotar el primer gol de la mañana. El partido se le ponía cuesta arriba a las realistas.

El jarro de agua fría dejó helada a la hinchada que en la fría mañana de ayer se acercó hasta Zubieta, pero sirvió de toque de atención para las realistas, que dieron un paso adelante en busca del empate. Una igualada que no se hizo esperar mucho, porque a los siete minutos Jensen ganó la espalda a la zaga nazarí y batió a Estévez tras un balón servido en largo de Vanegas desde campo propio. La noruega aprovechó la indecisión entre la zaga y la guardameta nazarí para mandar el balón al fondo de las mallas y equilibrar a tiempo la balanza.

A partir de ahí la Real volvió a mostrarse dominadora del encuentro. Jacqueline, que había entrado instantes antes del empate, buscó con asiduidad la línea de fondo, y la propia Jensen, que atraviesa un estado de forma espectacular, percutió bien el espacio a la espalda del Granada, pero las txuri-urdin no lograron estar acertadas en los últimos metros.