La Real Sociedad se lleva el derbi ante el Athletic Club y sigue lanzada

José Luis Sánchez Vera varió su plan para adaptarse a las dimensiones de Anoeta. El técnico madrileño era consciente de que en el estadio de Amara la anchura del campo iba a ser clave y cambió el rombo por un 4-2-3-1 con extremos que atacasen la última línea de defensas del Athletic. Se desgañitó durante toda la primera parte pidiendo a las suyas que atacasen los espacios a la espalda, también Vanegas, conscientes de que el partido estaba ahí puesto a que no tienen costumbre de jugar en un campo tan grande.

La Real salió muy bien al partido, dominando y jugando a su antojo a través de Andreia, que fue la mejor del equipo y la que hizo jugar al resto. Pero antes de encontrar el juego y las sensaciones, Lavogez sacó el látigo y fusiló a Nanclares para adelantar a la Real. Vanegas encuentra perfectamente a Andreia por dentro, que habilita de primeras a la francesa. Pese a que tenía otras opciones, Lavogez decidió disparar desde 25 metros y su disparo fue imparable. La celebración con todo el banquillo explica lo que necesitaba este gol.

El gol no cambió el guion del partido, aunque el Athletic sí que fue poco a poco metiendo el culo más cerca de su área ante el juego combinativo de las de Sánchez Vera. La Real adelantó las líneas y embotelló al conjunto rojiblanco, que solo le quedó la opción de contragolpear. En una de las pocas transiciones rápidas de las visitantes, Nahia se cruzó para evitar el disparo de Elexpuru dentro del área.

Al cuarto de hora, David Aznar colocó la línea de cinco defensas que se esperaba en la previa para defender su espalda y ahí igualó un poco la balanza del partido. Aunque a la media hora de juego cualquier ajuste que buscara se fue al garete. Andreia le robó el balón a Oguiza limpiamente y la jugadora del Athletic perdió los papeles y le tiró del pelo a la portuguesa. Roja muy clara en el fútbol femenino.

Con una jugadora más sobre el campo, la Real dominó a su antojo el juego, aunque le faltó mucha valentía para meter pases y atacar los espacios que dejaba el Athletic con diez jugadoras. En igualdad numérica ya eran palpables, pero tras la expulsión lo eran aún más. Vanegas suplicaba a Eizagirre y Amaiur que rompiesen al espacio cuando estas venían a recibir al pie porque en esa zona del campo ya tenía superioridad la Real. Lavogez pudo hacer el doblete tras un buen centro raso de Emma, pero el disparo se le fue muy alto con todo a favor. Cuántas veces habrá escuchado durante su carrera formativa que el cuerpo, para adelante.

El conjunto txuri-urdin tuvo un último susto antes del descanso. En una jugada rápida del Athletic, Amezaga encaró la portería de Elene y cuando se preparaba para disparar, Emma se tiró al suelo y le rebañó el balón llevándose el aplauso de Anoeta. El resultado y el partido eran favorables para la Real al descanso, pero visto lo visto era un encuentro para tener sentenciado y seguro que Sánchez Vera no se fue contento a vestuarios y algún gritó echó en el vestuario.

En la segunda parte, la Real mantuvo su postura de no arriesgar en exceso con los pases en largo y trató de mantener el balón con posesiones muy largas y poco dañinas. Al contrario de lo que pedía Sánchez Vera desde el banquillo, daba la sensación. Con muy poco, el Athletic transmitió sensación de peligro y el resultado era de todo menos definitivo. La presión de las jugadoras de ataque fue mala y el cuadro zurigorri salió con facilidad y amenazó en varias ocasiones, aunque sin materializar en ocasiones.

En una de las muchas jugadas largas de la Real, Andreia, quién sino, aceleró la jugada y filtró un pase interior a Franssi. La finlandesa encontró muy bien a Lavogez sola, pero trató de romper el balón cuando la jugada pedía un remate colocado y no encontró portería. No fue hasta veinte minutos después cuando el conjunto txuri-urdin se volvió a acercar a la portería de la exrealista Nanclares. Eizagirre recogió un rechace dentro del área y no dudó en rematar con la pierna izquierda, pero la meta riojana realizó una gran parada y evitó un 0-2 que hubiese sido casi definitivo.

El Athletic también tuvo sus acercamientos, aunque no contabilizó remates a portería claros. En una de las jugadas en las que pudo correr, Agote, que salió entonada desde el banquillo, le ganó la espalda a Emma y puso un centro medido que esperaba Ortega en el corazón del área. Sin embargo, ahí apareció la jerarca Vanegas para meter el pie y mandar el balón a córner. La colombiana es un seguro de vida para esta Real.

Los miles de espectadores que esperaron hasta el pitido final sufrieron y terminaron pidiendo la hora puesto que el partido estuvo abierto. Los realistas respiraron con el pitido final de la colegiada y pudieron celebrar la victoria con las jugadoras tras soltar toda la tensión. Era una cita perfecta para ir al campo y, pese a que la entrada de más de doce mil espectadores es buena, la Real debe optar a más. Derbi, hora ideal y sin partido de los chicos este fin de semana con un buen momento del equipo femenino.