Sánchez Vera: «Siete semanas para ganar el primer partido»

Reconoció que «cuando llegó la llamada de la Real cerca del final de la temporada me cambiaron todos los planes». «Hace años que tenía una espinita emocional con este club, mantengo una relación especial con Rober (Olabe). Esta entidad tiene una base futbolística afianzada en los últimos cuatro años. Guardo grandes vínculos no solo con mi forma de interpretar, también de sentir el juego», señaló.

Además, valoró que la Real «tiene muchas más cosas bien hechas de las que piensa que tiene». «La decisión fue fácil. En la primera reunión con Rober y Garbiñe -asistió ayer a la comparecencia- quedaron las bases de que no había más proyectos y que la puerta que íbamos a tocar era la de la Real», declaró. Aseguró también que llega a Zubieta para «dar continuidad a un proyecto, no a empezar de cero».

Elogió el trabajo realizado por Natalia Arroyo en los últimos cuatro años y opinó que «una de las razones de poder estar aquí hoy es lo que dejó ella». «Nos deja unas bases muy consolidadas y ojalá podamos darle continuidad», deseó. «Ves a la Real y sabes a lo que juega», piropeó el madrileño, después de admitir que todavía no le ha dado tiempo para hablar con la catalana. «Nos une una amistad de hace mucho tiempo, antes de su etapa de la Real. Compartimos muchísimas inquietudes de fútbol. La temporada fue exigente para los dos y teníamos muchas ganas de desconectar».

Sánchez Vera, de 41 años, trazó un pequeño esbozo sobre su idea de equipo. «Tenemos que ser un equipo que quiere tener la pelota y que la roba cuanto antes para volver a tenerla. ¿El sistema? Las futbolistas y la plantilla nos van a marcar cómo nos dibujamos en el campo». «Lo que tenemos que hacer es quitársela al rival y tenerla nosotras. No hay más», reiteró. «No solo me identifico con el resultado, el cómo también es importante y soy muy competitivo». Eso sí, consideró que «la base del club, la identidad del equipo femenino, debe seguir la línea que lleva. Cada técnico tenemos nuestros matices, pero la propuesta de la Real es innegociable».

La nueva Real de Sánchez Vera echó a rodar el pasado jueves y ayer llevó a cabo el primer entrenamiento en campo del verano. El técnico madrileño trata ahora de adaptarse lo más rápido posible a su nuevo hogar, aunque valoró que ha tenido «un aterrizaje sencillo. Nos han acogido muy bien desde el primer día. Hay una cercanía que parece que llevemos un montón de tiempo trabajando».

«Llevo poco tiempo, pero me han llegado una multitud de mensajes en redes sociales de esa gente que viene al campo». Espera a su vez que «que la gente venga al Z7 a divertirse, a pasárselo bien». Se marcó objetivos desde el primer día: «Tengo siete semanas por delante para ganar el primer partido de Liga y luego el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto... y luego en mayo veremos dónde podemos estar». «Cuatro de los siete equipos que han quedado por delante empiezan proyectos nuevos y eso nos hace estar más cerca. El pasado no cuenta en el fútbol y tenemos siete semanas para ganar el partido sea quien sea el rival», explicó también el míster.

De momento la plantilla cuenta con cuatro caras nuevas (Violeta Quiles, Lucía Pardo, María Valle y Lucía Rodríguez), además de las jugadoras del filial que suben al primer equipo Nora Sarriegi y Alazne Estensoro. Elene Guridi estará en dinámica con las mayores. Sánchez Vera sostuvo que «el mercado sigue abierto» y que aún pueden producirse más movimientos, principalmente de entradas. «Sé las ideas que tenemos de puertas para dentro, lo que buscamos», aseveró sin dar demasiadas pistas. Hay que recordar también las bajas que ha sufrido el equipo con las marchas de Iris Arnaiz, Alejandra Bernabé y Synne Jensen, tres jugadoras importantes en las últimas campañas para Natalia Arroyo.

El nuevo preparador txuri-urdin confesó que durante el fin de semana «estuve viendo el último partido contra el Levante Las Planas. Me apetecía ver a jugadoras con las que íbamos a contar como Guridi, Cecilia o Mirari, futbolistas que tienen que ser importantes este año. Estamos muy contentos con la plantilla, nos queda mes y medio para trabajar con las que tengo», subrayó el técnico que ha incorporado a gente nueva en el cuerpo técnico. Además de traer a su segunda, la exfutbolista Erika Vázquez, también se unen al staff el preparador físico Jordi González, el analista Adrián Castro y la nutricionista María Bulla.

El madrileño expresó por último que «me genera muchísima ilusión» lo que se está construyendo en el Z7, en relación a la nueva sede exclusiva del equipo femenino. «El club tiene muy claro cuál es el camino a seguir en lo deportivo y extradeportivo. Vamos a tener unas instalaciones top a nivel europeo, todo tiene coherencia y es envidiable. Ojalá que cuando estrenemos el edificio en diciembre estemos en un buen momento deportivo».

En los pocos días que lleva trabajando en su nueva casa, el entrenador de la Real se ha encontrado con «un club tremendamente estructurado y con una gran cantidad de recursos. Me ha llamado muchísimo la atención el perfil profesional. Hay gente preparadísima, a nivel metodológico y estructural están con ese puntito para poder crecer y totalmente adaptados al fútbol profesional».

La Real aún no conoce el calendario oficial de la temporada, pero ya ha anunciado algunos de los amistosos que disputará a lo largo del próximo mes. El 3 de agosto se enfrentará al Alavés en Dulantzi a partir de las 17.30 horas, mientras que cuatro días más tarde se medirá a Osasuna. Todavía no ha confirmado la hora y el lugar del encuentro. También jugará contra el Eibar el 10 de agosto (12.00 h) en Zarautz.