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La Real pone fin este domingo a un auténtico maratón de partidos comprimidos en apenas dos meses de competición. Llega el último parón de la temporada, aunque habrá una decena de realistas que no tendrán descanso al ser llamados por sus respectivas selecciones. Quien lo pueda disfrutar, lo agradecerá.
La odisea txuri-urdin arrancó el lunes 13 de enero, después de que el equipo tuviera una semana limpia tras el partido copero ante la Ponferradina. Desde aquel encuentro ante el Villarreal un lunes en el Reale Arena, el conjunto guipuzcoano ha disputado 17 más entre Liga, Copa y Europa League. Hoy en Vallecas jugará el decimonoveno desde aquel inicial ante el cuadro castellonense. Habrán transcurridos 63 días desde entonces.
Es decir, en dos meses habrá jugado el equivalente al número de partidos que se disputan en toda una vuelta de Liga. En circunstancias normales esos 19 partidos se juegan en un periodo de tiempo de cinco meses. La Real lo ha hecho en dos.
La plantilla apenas ha tenido tiempo para descansar. Ha jugado prácticamente cada tres días. No ha parado. Los jugadores agradecerán este paréntesis en la competición. Sin Europa, el calendario ya no estará tan sobrecargado en los últimos meses de competición.
A la Real le quedarán diez jornadas de Liga una vez concluido el partido de esta tarde. Además, aún tiene que jugar la vuelta de las semifinales de Copa. Si consigue clasificarse para la final, la Real añadiría un partido más en los próximos meses.
Los de Imanol llevan 44 partidos entre las tres competiciones y van a superar con creces el medio centenar a final de temporada.
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