Imanol Alguacil: «Es increíble estar a la altura de Ormaetxea y Toshack»

– Llegó al banquillo para apagar un incendio y el incendio lo ha encendido usted.

– Ha sido casualidad que lo hayamos conseguido siendo yo el entrenador. Así lo siento. Me llena haberlo conseguido con muchos jugadores con los que trabajé en el filial. Es grande haberles acompañado en este camino y que ellos me lo hayan permitido.

– ¿Llena más haber ganado la Copa en este momento tan complicado para todos por el maldito Covid?

– Sin duda. Este no es un año cualquiera. La gente está sufriendo mucho y por supuesto que me hace más ilusión si cabe poder darles esta alegría en este momento. Este triunfo es por ellos y por esa gente que está trabajando en primera línea por evitar muertes, por los sanitarios. Evidentemente, cómo no, es también de nuestros aficionados porque sin ellos no somos nada. Han sido el motor en esta larga espera hasta jugar la final aunque no hayan estado y se lo dedicamos a todos ellos.

– ¿Qué momento no va a olvidar?

– Me quedo con todos. Evidentemente el momento de alzar la Copa es único pero los días previos también han sido preciosos. Los chavales estaban nerviosos porque para muchos era su primera final en un torneo grande y había que saber gestionarlo entre todos. Algunos de ellos estaban conmigo hace cinco o seis años en campos de Segunda B. Sus caras de nerviosismo, tensión e ilusión no se me van a olvidar. Ellos son futbolistas para vivir esos momentos y hoy ya pueden decir que tienen un título después de ser capaces de hacer un grandísimo partido. El orgullo es máximo. Les estoy muy agradecido porque un entrenador sin sus jugadores no es nada y yo he tenido la gran suerte de tener una gran plantilla.

– ¿Cuanto sentimiento había en el abrazo con Oyarzabal nada más acabar la final?

– Mikel va a pasar a la historia de este club por ser como es. Los dos sentimos este club desde dentro, desde el corazón. Me alegro un montón de que metiera ese penalti después de fallar el anterior. Fue un abrazo muy sentido porque los sentimientos son mutuos.

– Ganar y no poder salir a la calle a celebrarlo. Quién nos lo iba a decir.

– Es una pena pero es que no puede ser de otra forma. Hay que ser precavidos y seguir insistiendo en el mensaje de contención. Ya habrá tiempo de celebrarlo todos juntos en Anoeta o donde se pueda cuando la cosa mejore.

– Sentí que estaba más nervioso cuando su equipo logró el pase a la final en la semifinal de Miranda de Ebro que al acabar la final en La Cartuja.

– Puede ser. En esta final estaba tranquilo porque veía que estábamos bien en el campo, los jugadores estaban haciendo todo lo que habíamos hablado y les veía convencidos de ganar. Sabíamos que el partido iba a ser igualado y que los detalles iban a marcar. Siendo justos, la victoria es merecida y la Copa ha hecho justicia con lo que ocurrió en el terreno.

– ¿Qué valor le da al hecho de ganar el título el Athletic?

– Mucho porque es un club con una rica historia, con más de veinte Copas en sus vitrinas, y venía de ganar la Supercopa. Tiene mucho mérito haber ganado a un equipo que es capaz de ganar y solventar este tipo de situaciones.

– Ese Athletic salió con el cuchillo en la final ante el Barça y ante la Real se quedó en el camino.

– Sí, yo también pensaba que iban a presionar un poco más fuerte, más alto, pero ante nosotros fueron más precavidos seguramente por el miedo que tenían a que pudiéramos salir de esa presión. En cualquier caso eso habría que preguntárselo a Marcelino.

– Su presidente dice que la Real siempre tuvo el balón donde quiso. ¿Está de acuerdo?

– Él siempre tiene razón (ríe). Insisto en que estaba tranquilo porque el partido estaba donde queríamos y los jugadores estaban metidos. Solo me puse nervioso en los últimos cinco minutos proque nunca te puedes fiar del Athletic. El equipo hizo un partidazo muy serio, el que tenía que hacer para ganar. Quizás no hicimos un partido brillante pero sí somos justos vencedores.

– El entrenador del Becerril, Edu Narganes, me escribía un wasap nada más terminar la final en el que me decía: 'ya lo dije en su día: nos hemos enfrentado al campeón'.

– Aquello fue el inicio. Empezamos con buen pie encarando aquella eliminatoria ante un Tercera como si fuera un Primera. Así lo hicimos siempre desde Becerril para seguir luego ante el Ceuta, Espanyol, Osasuna, Real Madrid, Mirandés y la final.

– ¿Para cuándo una calle o una plaza con su nombre en Orio?

– Me basta con el cariño que demuestran en el pueblo. Ellos saben bien que sigo siendo el mismo aita de Orio, padre de dos hijos, y felizmente casado que trata de llevar una vida medio normal. Es verdad que últimamente no me ven mucho el pelo porque llevar un equipo como la Real es exigente, pero también saben que les estaré eternamente agradecidos por su apoyo siempre.

– ¿Imanol se sienta ya en la misma mesa que Ormaetxea y Toshack?

– No me lo puedo creer. Verme a su altura es increíble. Formar parte de la historia de este club es lo más grande que puede haber para mí por eso mi alegría y felicidad.