– ¿Qué significa seguir siendo el máximo goleador de la historia de la Real Sociedad?
– Un orgullo tremendo. Mi etapa en activo coincidió con los mejores jugadores de la historia del club. Era un grupo de inmejorables compañeros, grandes personas. Tenías que ser muy bueno para estar ahí. A mí me tocaba meter los goles.
– ¿Con cuál se queda?
– El que le marqué a Iribar en el derbi de la ikurriña en 1976, que coincidió con el homenaje a Gaztelu. Ganamos 5-0. Fue un día especial. La gente sobrepasó el aforo de Atocha y había aficionados sentados en el suelo junto a la línea de banda. Fue un centro de Diego desde la derecha y rematé de cabeza desde fuera del área. Golpeé fuerte el balón y aunque Iribar lo tocó con la yema de los dedos, acabó entrando por el ángulo. Era la primera vez que le metía un gol al 'Chopo'. Fue un poco churro. El propio Iribar me ha comentado cuando hemos coincidido que está cansado de que siempre le recuerden aquel gol. Lo tengo enmarcado en casa.
– ¿Cómo ha cambiado el fútbol?
– Muchísimo, el de ahora no tiene que ver nada con el nuestro. Las botas pesaban mucho más y no te digo nada de los balones cuando había barro. En los entrenamientos, a veces acababas mareado de rematar de cabeza.
– ¿Atocha era especial?
– Tenía una magia especial. Se convirtió en nuestro fortín, era casi imposible ganarnos. Teníamos un equipazo formado por arquitectos y obreros, pero todos de primera fila.
– ¿Con qué fútbol se queda? ¿El de antes o el de ahora?
– Ha habido muchas mejoras. En calidad técnica y capacidad física podían superarnos, pero no en garra y actitud. El águila disecada que puso Juan Mari Anza en el vestuario era nuestra mejor motivación. Recogimos la herencia que nos dejaron los Gorriti, Martínez, Lema, Arzak...
– ¿Qué le parece el rendimiento que está dando el equipo en las dos últimas temporadas?
– Tiene cosas similares a las nuestras de aquellos años. Los jugadores son conscientes de que están haciendo algo grande. Nos han ilusionado a todos. Salen once de inicio y los que se incorporan después lo hacen igual de bien o mejor. Pero quizás les falta un poco de madurez, como se comprobó ante el Manchester United y el Barcelona. Hay veces en las que no se puede salir tan alegre, es necesario mantener las espaldas cubiertas.
– ¿Tiene dudas de que la presión les afecte a los jugadores siendo tan jóvenes?
– Me preocupa, porque gestionar esos momentos es complicado. Les diría que sigan haciendo lo que están haciendo hasta ahora. Han llegado a ser líderes de la Liga y eso no es por casualidad. Que sean capaces, van a conseguirlo seguro. Imanol es un gran entrenador. Está muy encima de los jugadores, les transmite su actitud y eso siempre es muy importante
– ¿Prefería el Athletic de Garitano en lugar del de Marcelino?
– Eso nunca se sabe, pero hay que reconocer que Marcelino le ha dado un punto más de velocidad al equipo. El Athletic siempre ha tenido buena actitud y en este tipo de partidos se crecen.
– En una final, ¿se juega más con la cabeza o con el corazón?
– Valen las dos cosas, para conseguir un título hace falta todo. Será una final dura, pero los jugadores de la Real son muy buenos, mucho mejores que los del Athletic, y saben que contarán con todo nuestro apoyo. Tenemos que transmitirles nuestra energía.
«La Real nos ha ilusionado a todos, salen once y los que lo hacen después lo hacer incluso mejor»
«A los jugadores les diría que sean capaces, que van a conseguir el título seguro, se lo merecen»
– Lástima que no haya público.
– Es una pena, pero estaremos con ellos desde nuestras casas. Si la final va bien, veré el partido entero por televisión. Si no, saldré al jardín para tomar el aire y regresar con más energía. Vivo demasiado los partidos de la Real.
– ¿Qué jugador le gusta más de la plantilla?
– Al haber sido delantero, me decanto por Isak. Tiene mucha velocidad, remate y un gran futuro por delante. Pero la Real es un gran equipo, desde el portero hasta el último suplente.
«Iribar está cansado de que le recuerden el gol que le marqué de cabeza desde fuera del área en Atocha»
– ¿Un pronóstico?
– Ganará la Real 3-1.
– ¿Volverá a levantar el puño como lo hacía cuando marcaba un gol en Atocha?
– Seguro, lo sigo haciendo cada vez que marcan un gol. La Real se lleva en la sangre.
– ¿Con qué lo celebrará?
– Tengo en casa guardadas dos botellas de vino para descorcharlas. Una de Prado Enea y otra de Pago de Carraovejas.
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