«Me pilló en Albacete y lo celebré como una loca en el salón»

– ¿Creo que la final le vino fuera de casa, no?

– Sí, fue un poco raro. Estábamos todos en casa y a mi me pilló en Albacete, donde jugaba aquella temporada. Me sentí un poco sola viendo el partido de mi equipo, pero cuando empezó el partido me enchufé. Fue un subidón cuando el árbitro pitó el final del partido.

– ¿Pudo hablar con alguien?

– Hablé con alguna compañera de la Real después del partido. Algunas estaban en platós de televisión, otras colaborando de alguna manera también con el partido... fue súper emocionante. Había vivido algo similar con las chicas cuando la ganamos nosotras en Granada, pero los chicos también se lo merecían por lo que vienen haciendo.

– ¿Es de las que sufre?

– ¡Puf! Si es tu equipo te pones nerviosa cuando juegas, cuando estás fuera en el campo y cuando es la Real masculina pues exactamente igual. Te metes dentro del partido y te sientes como si el pase de Merino a Portu lo hubieses dado tú misma (risas).

– ¿Veía peligrar la final?

– Pensaba que íbamos a ganar cuando marcó Mikel, pero no te podías fiar nada del Athletic. Ellos tenían mucha más experiencia en finales y en cualquier acción te podían empatar. Pero veía a la Real muy entera, sabiendo en todo momento lo que requería el partido. Estuvieron muy metidos y fuimos claros campeones.

– ¿Cuándo dijo «esto no se nos escapa»?

– Cuando el árbitro pitó el final (risas). Ellos tienen ese fútbol de transición, balones largos, jugadas a balón parado, cualquier penalti tonto en la que con la mínima ocasión te podían empatar. Al final fue cuando dije: «Leñe, que hemos ganado la Copa».

– ¿Cuánta falta hacía un título como este?

– Pues imagínate. ¿Cuándo fue el último título?

– En 1987.

– ¡Joe, si yo nací en ese año (risas)! Había una generación que nunca había disfrutado de un título de la Real. Ya hacía falta. Venimos demostrando los últimos años que todas las secciones están trabajando genial, y ahí están los resultados.

– En Gipuzkoa se lanzaron petardos al terminar la final. ¿Y en Albacete?

– No, no pude salir a celebrarlo, pero los vecinos tuvieron que flipar. Lo celebré como una loca en el salón de casa. Pero tengo una espinita. Estoy segura que dentro de poco celebraremos otro título y esta vez sí que de verdad.