Zurutuza: «Mi generación ha contribuido a lo que es ahora la Real: una gozada»

– ¿Nervioso?

– No estoy dentro de la plantilla y no me he puesto aún en modo de previa. Ahora mismo, mentalmente, no estoy metido en el partido. Cuando esté en Sevilla, in situ, empezará el cosquilleo interior.

– ¿Sufrirá más que los jugadores que estén sobre el césped?

– Siempre se sufre más desde fuera que desde dentro, ya estés en el banquillo o en la grada. En el terreno de juego estás tan concentrado en lo que tienes que hacer que no te da tiempo a sufrirlo de otra manera.

– Si gana la Real, ¿puede contar a los nietos que tiene una Copa en su palmarés?

– No sé. No me lo he planteado. ¿Nietos? Bastante tengo con los hijos a vueltas. No le doy vueltas a eso.

– ¿Pero considera suyo un pedazo de esa Copa?

– Sí, pero no por estar en la plantilla la pasada temporada sino por toda mi trayectoria y por lo que hemos construido hasta ahora. Me veo parte de esta Real de los últimos años. Toda mi generación ha contribuido a lo que es ahora la Real. Ahora es una gozada ver al equipo, pero creo que, en parte, es el resultado de lo que otros hemos hecho en otros momentos que, si quieres verlo así, han sido como de transición.

– Una niña de tres años y un niño de uno. ¿Son conscientes de lo que se juega mañana la Real?

– Bueno, a la mayor ya le suena de algo por lo que le dicen en la ikastola. Además, la andereño que nos ha tocado es muy de la Real. Alguna vez la niña me ha venido a casa diciendo que por ahí me llaman 'Zuru'.

– Cuando antes del partido pueda estar un rato con los jugadores, ¿qué les dirá?

– Vamos en burbujas diferentes. No sé si nos vamos a mezclar. Supongo que no. Si les tuviera que decir algo les diría que disfruten del momento, que es un momento inolvidable. A los que estén nerviosos, transmitirles tranquilidad y a todos, en general, que hagan lo que saben hacer. Con eso seguramente sería yo el que me quedara tranquilo.

– ¿Ha hablado con alguno de ellos recientemente?

– Sí, y con algunos he quedado incluso. Son muchos momentos los que hemos vivido juntos y solemos quedar de vez en cuando.

– ¿Cómo les ha visto?

– Muy tranquilos y serenos. Convencidos. Pero, a decir verdad, cuando quedamos tampoco hablamos demasiado de fútbol. Preferimos tratar otros asuntos para que no sea todo se reduzca a lo mismo.

– ¿Cuánto daría por meterse en esa fiesta del vestuario en caso de victoria?

– Claro que me gustaría, pero sé cuál es mi lugar ahora mismo. Este año yo no formo parte del equipo. Ya estoy muy agradecido a la Real por permitirme viajar y vivir la final desde La Cartuja.

– Usted que presenció aquel partido, jugando como lo hizo la Real en la Supercopa contra el Barcelona, ¿se gana esta final?

– No creo que esta pregunta tenga respuesta. Cada partido es totalmente diferente. Lo que sé, de las veces que he jugado contra el Athletic, es que si les igualamos en lo que hacen bien, como es la intensidad, la fuerza, los duelos, el partido es nuestro. Pero hay que jugarlo. Y luego hay que jugar con los nervios, con las emociones y las connotaciones de una final. La manera de jugar de la Real, además, es de exponerse bastante y, si no estás fino, se nota.

– Algunos dicen que hace un año la Real era más favorita y que ahora las opciones se han igualado. ¿Está de acuerdo?

– Eso son hipótesis que no me valen para nada. Además, da igual lo que se diga. Cada partido está construido por momentos únicos. Si se hubiera jugado hace un año, la final hubiera sido única. Y ahora también lo va a ser.

– Un pronóstico.

– No. No me gusta hacer porras. No tengo ni idea. Espero y deseo que vamos a ganar. Lo que sí creo es que vamos a ver un partido muy igualado hasta el final.

– Eso no es un pronóstico.

– Por decir algo, 2-1 a favor de la Real.