Secciones
Servicios
Destacamos
Disgusto. Podía haber sido un gran día. Para Asier Garitano y para la Real. De hecho, llevaba camino de ello tras aquel inicio fulgurante, 0-2, y un Zaldua estelar. Algunos ya veíamos a la Real líder... Pero no. A mí queda la pena de ... lo que pudo haber sido y no fue.
Me habrán leído más de una vez la historia del entrenador del Zaragoza que había hecho una temporada fantástica pero que en la última jornada se quedó sin Liga de Campeones -se tuvo que conformar con la UEFA- y pagó los platos rotos. En cambio, en esa misma liga y en esa última jornada el Oviedo salvó la categoría y su técnico, Luis Aragonés, fue considerado un héroe, lo que a Valdano le llevó a escribir que «si triunfa el decimoquinto y fracasa el quinto el negocio está en fabricar sugestiones».
(Algo de eso sucedió en el 2-2 de la Real en Leganés).
La Real tuvo un inicio centelleante en Butarque, una media hora inicial impecable. Difícil de mejorar. Así que cuando Illarra hizo el 0-2 todo era maravilloso, ¡qué exhibición!. Nadie podía pensar en la retirada a vestuarios lo que vendría más tarde, semejante despropósito. Pero sucedió.
Fabricar sugestiones. Los que prefieren mantener la calma te dicen que «la Liga acaba de empezar», que «todo análisis prematuro es inconveniente», que diría Bielsa; que quién no hubiera firmado tener cuatro puntos en dos partidos fuera de casa; que con Diego Llorente en el campo la Real no hubiera perdido; que sin él la Real perdió centímetros en defensa y que el juego aéreo del Leganés fue un calvario..., aunque si Willian José no llega a fallar lo que falló estaríamos hablando de otra cosa.
Pero Asier Garitano está pagando los 'platos rotos' del segundo tiempo de la Real, aquel caos (Zaldua dixit), aquél desconcierto. Y la gente se pregunta y te pregunta por qué no hubo reacción desde el banquillo. Te pregunta por qué la Real permitió que el Leganés realizara más de 50 centros al área, rematara el doble de ocasiones que la Real y se hiciera con el 67% de posesión. Item más. ¿Por qué la Real cuando tuvo el balón lo regaló, por qué se encerró atrás y jugó a lo que no sabe? Que no es casualidad que la Real hubiera encajado goles en todos los partidos de pretemporada, algo que se ha repetido en las dos primeras jornadas. Y que viendo la segunda parte de Butarque pudo aún ser peor.
En política siempre se han respetado los cien días de cortesía tras la formación de Gobierno (cada día menos), pero es que a Asier Garitano no se le han concedido ni dos semanas (algunas plumas influyentes añoran a Imanol) y que yo sepa el técnico de Bergara no ha matado a Manolete.
P.D. Sábado al mediodía. Stop. Recibo un watshapp. Stop. «Estoy comiendo en el restaurante Narru, en el paseo de La Concha y Asier Garitano está en una mesa con Gustavo Poyet, el exentrenador del Betis y del Girondins, a quien acaban de destituir en el equipo francés». Stop. «Hay dos personas más a las que no he podido reconocer». Stop. Me consta que los técnicos de la Real han peinado el fútbol francés y por ahí pueden ir los tiros, aunque ahora mismo el objetivo parece ser Sandro. Stop. ¿No buscaban un extremo (Sandro no es) y ahora la necesidad es un central? Stop. Me acordé de la frase de Benítez. «Pido un sofá y me traen una lámpara». Stop. Que acierten con los fichajes. Por cierto, el técnico realista viajó el domingo a Santander en el autobús del Sanse. Un detalle. Stop. Ya hablaré de la cantera... Hay cosas que no me gustan. Stop.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.