El gol es cosa de todos

Comparto la frustración que significa un año tan malo en Anoeta. Es lo que peor llevan en el vestuario. No darle alegrías a la afición con solo cuatro victorias en los 18 partidos jugados en el Reale Arena desde el 2 de enero, encajando más goles que los marcados, está siendo un verdadero quebradero de cabeza para Imanol y sus jugadores. La caída de la producción ofensiva de la Real en su feudo ha sido espectacular. Se le puede poner todas las excusas posibles: que si los palos, que si los rivales le tienen cogida la medida, que si la pretemporada no ha sido buena... Pero ser uno de los locales con menos goles en casa esta temporada (seis en cinco partidos) no es de recibo para un conjunto con el presupuesto y la plantilla del txuri-urdin. No es fruto de la casualidad ni de la falta de puntería sino más bien la consecuencia de un problema de generación de juego. A la Real le cuesta una eternidad crear ocasiones y eso no solo es culpa de Oyarzabal, Óskarsson o Sadiq. Otros en el grupo también deben sentirse interpelados.