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Los agitados años republicanos de la Real
Leyendas Txuri-Urdin

Los agitados años republicanos de la Real

El 14 de abril se cumplen 93 años de la proclamación de la Segunda República, periodo en el que el club txuriurdin se denominó Donostia F.C. y consumó su primer descenso a Segunda

Imanol Troyano

San Sebastián

Viernes, 12 de abril 2024, 06:50

Ciento quince años de vida dan para mucho. La Real Sociedad nació en 1909 y no ha sido ajena a las fluctuaciones que han acompañado a su tiempo. Incluso la propia denominación del club se ha ido modificando con el paso del tiempo, ajustándose a la realidad de la época. Hubo un periodo de tiempo de seis años en los que el club cambió de nombre y su escudo dejó de vestir corona. Entre 1931 y 1936, durante el periodo de la Segunda República, la por entonces junta directiva presidida por Florentino Azqueta, «ateniéndose a exigencias de la realidad», decidió suprimir la denominación de Real y adoptar el nombre de Donostia F.C. Además, en el escudo realista la corona dejó su lugar al blasón de San Sebastián. Estas modificaciones entraron en vigor el 27 de junio de 1931, pero la semilla se había sembrado unos meses antes. Concretamente hace 93 años, con la proclamación de la República, el 14 de abril.

El debut oficial en Liga del Donostia se produce un 22 de noviembre de 1931, en Ibaiondo, hogar del Arenas de Getxo y se salda con derrota (2-1). Un tropiezo que caracterizará la agitada travesía de los guipuzcoanos durante los años republicanos. La Real había finalizado el curso previo en la tercera posición detrás del Athletic y el Racing. Los tres conjuntos acabaron empatados a puntos, pero los blanquiazules contaron con peor diferencia de goles. La andadura republicana, sin embargo, no fue tan feliz. Las expectativas puestas para la temporada consistían en no pasar apuros deportiva y económicamente. Expectativas que compartirá toda la década.

En la cuarta jornada la escuadra txuri-urdin sorprende al Valencia en Atocha con una aplastante goleada (7-1), en la que brilla con luz propia Paco Bienzobas, autor de tres goles. Una semana más tarde los donostiarras se llevan el derbi provincial frente al Unión Club de Irún al endosarle unamanita al guardameta Antonio Emery, abuelo del exrealista y hoy entrenador del Aston Villa, Unai Emey. Al comienzo de la segunda vuelta los blanquiazules se vengan del Arenas con otro abultado resultado, 7-0, que será la máxima victoria local de todo el campeonato. En aquel enfrentamiento Cholín anota tres goles y acaba siendo el máximo goleador del equipo al finalizar la temporada gracias a sus once dianas.

Tras un curso irregular, los donostiarras se salvan en la penúltima jornada después de haber ocupado la mitad baja de la tabla la mayor parte del tiempo. Finalizan octavos con catorce puntos y un balance de siete victorias (cada victoria se premiaba con dos puntos), once derrotas y curiosamente ningún empate. Entonces la Primera División estaba compuesta por diez equipos. En Copa, los entrenados por el inglés Harry Lowe, tras apear a Sevilla y Castellón, son eliminados en la tercera ronda por su bestia negra del torneo, el Barcelona.

Sin suerte en la Copa

La Liga 1932/33 arranca con un meritorio empate en casa frente al Barcelona gracias a un doblete de 'Kiriki' (Luis Iruretagoyena). En la tribuna presidencial Azqueta deja su lugar a Javier Peña, pero el campeonato resulta de dinámica similar al anterior. A destacar dos goleadas con distinto sabor y contra el mismo rival, el Racing de Santander. En la ida en el Sardinero los cántabros apalizan 7-1 a los guipuzcoanos, mientras que en el duelo de vuelta los blanquiazules se resarcen con un 8-0 para certificar la permanencia. El Donostia acaba la Liga en sexta posición con 15 puntos en su casillero. Urtizberea, que anota cinco goles en aquel partido contra el Racing, es el mejor realizador del equipo con 12 tantos. En el torneo copero la suerte le vuelve a ser esquivacayendo en primera ronda contra el Sporting.

El comienzo de la temporada 1933/34 coincide con las Elecciones Generales que auparon al poder al partido radical de Lerroux y a las derechas. Ese mismo domingo electoral, el Donostia mide sus fuerzas con el Madrid -desposeído también del Real- en Chamartín, y cae 2-0. Tras esta derrota, los guipuzcoanos encadenan una racha de ocho partidos consecutivos sin perder. Los pupilos de Harry Lowe incluso llegan a alcanzar la primera plaza de la clasificación al vencer (3-0) en Atocha al Athletic, vigente campeón.

En enero del 34, 24 horas después del día de San Sebastián, los guipuzcoanos cortan la racha contra el Madrid, para encadenar esta vez tres derrotas seguidas y despedirse de sus opciones de título. Fue una de las ligas más tranquilas para los donostiarras en la que acaban en un meritorio quinto puesto merced a sus 18 puntos. La Copa vuelve a atragantarse a las primeras de cambio con la eliminación a manos del Oviedo.

Atravesado el ecuador de la República, se suman dos equipos más a la competición. De esta forma aumentan a dos las plazas de descenso a Segunda División. La Liga arranca en diciembre de 1934 en un ambiente social y político convulso. El Donostia la inicia en el Sardinero con la sensible baja del centrocampista pasaitarra Ayestarán, pero con Ipiña. Juan Antonio Ipiña había debutado la temporada anterior y ya habíadado muestras de su potencial al anotar seis tantos como centrocampista. Se ganó el apodode 'jugador cerebro' gracias a su técnica.

Los guipuzcoanos pierden y también lo hacen una semana después en la visita del Madrid a Atocha donde se estrena el exmadridista Olivares en las filas locales. Después de una primera vuelta al borde del descenso, los donostiarras se hunden en la clasificación a mediados de febrero. El Racing vence en Atocha y el Donostia no volverá a salir del descenso. Son los cántabros precisamente los que les preceden en la tabla durante toda la segunda mitad de la Liga y marcan la salvación. Los de Lowe serán incapaces de alcanzarles y el propio entrenador dejará un episodio para el recuerdo a cincofechas de la conclusión del campeonato.

«Derrota estrepitosa»

El 24 de marzo de 1935 el conjunto donostiarra juega un trascendental partido en Mestalla ante el Valencia. Harry Lowe prepara el choquecon todos sus disponibles, pero la suma de todos ellos no es suficiente para formar una convocatoria. Las lesiones de última hora de Insausti por una distensión en el muslo izquierdo y Amadeo con molestias por culpa de una ciática, hacen que el míster británico descuelgue las botas. El conjunto che vence por un contundente 7-1. Lowe, a sus 48 años, da la asistencia del único tanto donostiarra. Aún hoy se trata del futbolista de mayor edad que se ha podido ver en la Liga.

«En Mestalla el Valencia derrota estrepitosamente al Donostia», tituló este periódico la crónica de aquel partido. «Colistas sin remedio», remataba el artículo. Cuatro jornadas después, un 22 de abril de 1935, la Real consumó el primer descenso de su historia tras perder en Atocha ante el Athletic por cuatro goles a cero. Los aficionados habían dejado de acudir a Atocha y la prensa local ya señalaba que el camino a seguir debía ser la cantera. La triste temporada finaliza con la eliminación en Copa a las primeras de cambio contra el Unión de Irún en el tercer partido por el desempate jugado en San Mamés.

«Hoy estamos de buen humor. Vamos a empezar por la despedida. Por la despedida... a los equipos de la primera división de la Liga. ¡Ya no les veremos en Atocha! Solamente nos resta desear que su ausencia sea breve. ¡Lo más breve posible!», comenzaba la crónica del encuentro ante el cuadro rojiblanco. La pérdida de la categoría viene acompañada por el cese de Lowe, al que le sustituye Gaspar Gurrutxaga, un hombre de la casa. El portero Rojo, el defensa Arana y los delanteros Cholín y Ortega son los únicos fijos en el once que continúan en el equipo. Arana y Cholín llegarán a completar todas las campañas de la Real republicana.

Hasta siete titulares abandonan la disciplina txuri-urdin, entre ellos Ipiña, que dos años después llega al Real Madrid donde será recordado como el primer gran capitán blanco. Las caras nuevas trascienden a lo deportivo, ya que también se produce el segundo relevo en la presidencia. José María Gastaminza será el máximo mandatario en esta incierta aventura.

Un equipo «amateur»

La nueva junta directiva se encuentra con un gran problema nada más llegar. Solo hay cuatro fichas de jugadores firmadas a quince días del inicio de la temporada. Una comisión interina se encarga de confeccionar la plantilla en tiempo récord y el resultado es un equipo compuesto en su mayoría por jugadores «amateurs».

El 10 de noviembre de 1935 el Donostia comienza su primera experiencia en Segunda División. El rival es el Arenas, como en aquel primer campeonato republicano en la máxima categoría, y la escuadra txuri-urdin cae 2-3.

Larraza es el autor del primer gol blanquiazul en la división de plata. La competición se compone de tres grupos y los guipuzcoanos quedan encuadrados en el segundo. Sus rivales son el Girona, Arenas, Barakaldo, Badalona, Sabadell, Júpiter y el Unión de Irun. Una semana antes había concluido el habitual Campeonato Regional o de Mancomunidad, como era conocido en aquella época, que precedía a los respectivos torneos ligueros donde no existía diferenciación de categorías. El

Donostia había salido campeón en el de la campaña 1932/33, pero en general su participación no daba pie a grandes alegrías. En esta ocasión, sin embargo, su concurso le tenía guardado graves consecuencias, a causa del plan general de competiciones aprobado con anterioridad.

Un año antes, precisamente en San Sebastián, se había aprobado el plan general de competiciones con el objetivo de ofrecer más alicientes al torneo. Para garantizar la emoción, se estableció que el descenso de la Segunda División se calcularía en base a la suma de los puntos obtenidos en la Liga y en los respectivos campeonatos de las mancomunidades. El conjunto con el menor número de puntos, tras realizar la suma de las dos competiciones, descendería al campeonato territorial que le correspondiese.

Los donostiarras completan un Campeonato Regional para olvidar en el que tan solo consiguen dos puntos. Así, comienzan la Segunda División con únicamente dos puntos en la reserva, mientras el Arenas o el Unión de Irún lo hacen con 15. El Donostia está obligado a realizar una buena temporada para no sufrir su segundo descenso consecutivo, pero tarda un mes en obtener su primera victoria. El conjunto blanquiazul termina sexto en la tabla con 12 puntos. El Unión, último con 8, pero suma 15 más gracias al Campeonato Regional y se salva. Los donostiarras tan solo pueden añadirse 2 puntos más y descienden por segundo año consecutivo. En el Teatro Príncipe se proyecta la película 'La llamada de la selva', protagonizada por Clark Gable y Loretta Young, mientras el país está sumergido en una nueva campaña electoral con vistas a las elecciones generales que se celebrarán el 16 de febrero y en las que se impondrá el Frente Popular. En julio estalla la Guerra Civil después del golpe de estado militar contra el Gobierno de la República. Se suspende toda actividad deportiva.

En 1939, a duras penas, se reanudaron las competiciones, pero debido al caos organizativo originado por la contienda, se optó en el caso del fútbol por que cada equipo volviera a competir en la misma categoría en la que lo había hecho en la campaña 1935/36. De esta forma la Real Sociedad pudo mantenerse en Segunda y el Donostia desapareció en la historia.

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