![Imanol Alguacil no pierde la calma con los fichajes](https://s3.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2024/07/02/DF1FB651-k30D-U220607059983skF-1200x840@Diario%20Vasco.jpg)
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Imanol Alguacil está ocupado y no preocupado por la no concreción de ninguno de los jugadores que la Real pretende incorporar al equipo. El técnico, en permanente contacto con el presidente, Jokin Aperribay, y con el director de fútbol, Roberto Olabe, es plenamente consciente de ... que la Real, al salir al mercado, no puede competir a nivel económico con los clubes que participan de forma regular en la Liga de Campeones y por eso el trabajo en las últimas semanas está más centrado en recabar información, en hablar con agentes y jugadores, que en concretar cualquier oferta a la espera de que la contratación avance en Europa a mayor velocidad. Porque como ocurre siempre, el mercado no arranca, apenas hay operaciones importantes hasta que no finalicen la Copa América y la Eurocopa. El dinero todavía no ha empezado a moverse. Al margen de la llegada de Mbappé al Real Madrid, la mayoría son operaciones de bajo coste y cesiones.
La Real mantiene la calma porque si algo han aprendido sus rectores en los últimos años es que el tiempo juega en contra del que pierde los nervios. Y el presidente, Olabe y Alguacil los tienen de puro acero. El grueso de la plantilla está atada. Hay pleno convencimiento de que el equipo, más allá de su configuración final, volverá a ser competitivo. No hay prisa. El reto es dar forma a un grupo de jugadores con la mirada puesta en los próximos cuatro o cinco años, de ahí que jugadores como Pacheco o Turrientes, que han ido teniendo minutos de forma progresiva, estén en disposición de pasar a ser titulares con continuidad.
Los datos son concluyentes en ese sentido: en la plantilla solo Traoré (32) supera la treintena y la columna vertebral oscila entre los 27 y los 29 años, casos de Remiro, Zubeldia, Le Normand, Merino, Brais y Oyarzabal, sin olvidar que Zubimendi tiene 25. Pero, de ahí hacia abajo, cuenta con una presencia importante de jóvenes que garantizan su futuro, muchos ya con un recorrido en el fútbol de alto nivel.
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La dirección deportiva se arma de paciencia a la espera de que surjan oportunidades acordes a las pretensiones y posibilidades del club, una vez echadas las redes sobre objetivos concretos.
La Real quiere a Sergio Gómez y el jugador quiere venir. A sus 23 años entiende que necesita de un destino que le ofrezca jugar con regularidad para dar un paso adelante en su carrera profesional. En este punto, y a pesar de que también tiene otros pretendientes, sus intereses concluyen con los de la Real. Lo que hace falta ahora es que el tercer implicado, el City, también salga beneficiado de la operación. Es ahí donde hay que tener altura de miras e imaginación para que todas las partes salgan contentas. Comprar una parte de la propiedad es una fórmula que podría servir para facilitar la operación con el Manchester City y la adquisición en propiedad del catalán. A la Real le permitiría acceder a las peticiones inglesas y en Manchester se beneficiarían de una revalorización futura del jugador.
En el caso de Le Normand, el interés del Atlético por el central no ha bajado un ápice. La Real es consciente de que Simeone lo quiere para su nuevo proyecto, en el que necesita renovar una defensa en la que saldrán Savic y Mario Hermoso, que no renueva. La buena relación que mantienen ambas entidades hace que la operación se pueda dilatar en el tiempo sin que nadie se sienta ofendido. La Real no tiene prisa, no quiere despistar al jugador ahora que está con la selección, pese al interés de su agente por correr, tratando de hacer ver en Madrid que la operación está cerrada cuando no es así. La oferta que le ha trasladado el club colchonero a la Real ya supera los 30 millones y se acercaría a los 35 incluyendo unas variables por objetivos, como avanzó este periódico. A favor de su salida, al margen del beneficio económico que supondría la operación, juega que por detrás viene Pacheco, que a los 23 años está preparado para tomar su testigo.
Otra cosa es que al club no le agrade la idea de perder a uno de sus principales referentes. Ésa es la incógnita que tiene que despejar. Por otro lado, a nadie se le escapa que sería incómodo mantener al jugador en contra de su voluntad, si es que realmente es así. Sobre todo porque abordar una hipotética renovación futura se antojaría muy complicado y entraría en sus dos últimos años de contrato con el riesgo de que en 2026 pudiera marcharse sin dejar un euro. Es otra cuestión que también hay que tener presente al decidir sobre Le Normand.
El 31 de agosto es la fecha límite y hay tiempo para dejar que las operaciones se cocinen a fuego lento. Es más, el entrenador es consciente de que en los últimos días de mercado es cuando pueden surgir más opciones de fichar para un club de clase media-alta como la Real y no teme arrancar la liga sin novedades, el 18 de agosto, así que no es descartable que sea en esas dos últimas semanas antes del cierre del mercado cuando la Real remate su plantilla. Es a lo que se ha habituado el club en las últimas temporadas, con el peligro que siempre conlleva porque las prisas de última hora no suelen ser buenas consejeras.
Este verano todo indica que se va a mantener esta tendencia. Salvo incorporación de un jugador que acabe contrato y que sea libre para negociar, no es fácil cerrar operaciones antes de que empiecen los entrenamientos. En muchas ocasiones, que el club vendedor y el comprador acuerden una cifra de traspaso o de cesión tan pronto sólo puede indicar una cosa: que el comprador paga una cifra por encima de su precio de mercado.
Negociar significa tiempo, por un lado, normalmente con varias vías abiertas al mismo tiempo para poder presionar el precio a la baja, y por otro convencer al futbolista, que salvo excepciones se deja querer antes de decidir su mejor opción. Así que la receta es tranquilidad.
Alguacil, en consonancia con el club, antepone acertar. Sabe que la fuerza de la Real reside en su actual plantilla y que, salvo excepciones como la salida de Sorloth, el club le ha conseguido siempre lo que quería. El entrenador entiende que, a la espera de cerrar jugadores, podría empezar la liga con los mismos que se fueron de vacaciones en mayo.
También sabe que en cuanto un jugador da tres regates seguidos en Inglaterra ya se le sitúa en la Real porque su figura en la Premier está en boca de todos pero, según apuntan las mismas fuentes, es más un deseo de los representantes que otra cosa, que ven en Alguacil y la Real una buena puerta para entrar en la Liga. En Anoeta y Zubieta no se dejan nublar la vista. No hay prisa por fichar. Y Alguacil está en la misma sintonía de no traer «cualquier jugador a cualquier precio».
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