Imanol, visto por sus colegas

La magnífica temporada que está realizando la Real Sociedad no pasa desapercibida para nadie. El conjunto txuri-urdin acumula elogios jornada tras jornada por su gran momento de forma, lo que le ha servido para estar muy bien posicionado de cara a lograr la clasificación para la Champions League. El buen juego que despliegan los realistas y la cantidad de jugadores del Sanse que suben al primer equipo son otras de las cuestiones que más se valoran.

Gran culpa de todo ello la tiene Imanol Alguacil, para muchos uno de los principales artífices del éxito txuri-urdin. Así lo reconocen sus compañeros de profesión, otros entrenadores de la Liga que no dudan en elogiar la influencia del oriotarra en el buen hacer de la plantilla guipuzcoana.

Desde su primera etapa al frente de la Real en los últimos nueve partidos de la temporada 2017/18 en sustitución de Eusebio, hasta consolidarse después como técnico del primer equipo con todas las garantías a partir de enero de 2019 relevando a Asier Garitano, Imanol se ha sentado en el banquillo blanquiazul en 211 ocasiones con un porcentaje de victoria del 48%. Un registro que le convierte en el entrenador más exitoso en la historia txuri-urdin desde Alberto Ormaetxea.

La figura de Imanol abarca mucho más que la del entrenador de la Real. Se ha convertido en el portavoz habitual del club y su carisma le ha permitido conectar con la afición como ningún otro técnico lo había hecho hasta el momento. El oriotarra quiere volver a ganar otro título, pero esta vez con la hinchada txuri-urdin presente.

El vestuario cree firmemente en el oriotarra. Los jugadores apoyan sin fisuras las ideas de Imanol y las aplican sobre el terreno de juego sin discusión. Es la receta del éxito de esta Real que se transmite desde el banquillo. El técnico guipuzcoano ha dado buena muestra de su capacidad de estudio y análisis del rival, sin importar su categoría. Una humildad que le ha dado pie a vencer de Cazalegas hasta Old Trafford. La Real de Imanol no es más que nadie, pero tampoco menos.

El pasado noviembre amplió su contrato hasta 2025. El gran trabajo realizado hasta el momento avala su continuidad al frente de la nave blanquiazul. El cuadro txuri-urdin ha traducido los enormes datos que ha acumulado durante este tiempo en tres clasificaciones consecutivas a Europa, un hito solo al alcance del equipo campeón de los ochenta. Queda Imanol para rato.

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