Bobby Moore jugó en el Herning

El Midtjylland se creó en 1999 de la unión de los dos equipos tradicionales de la ciudad de Herning: el Fremad, fundado en 1918 y el Ikast, nacido en 1935. El Fremad –que sigue existiendo en categorías inferiores, ya que el Midtjylland es fútbol profesional– sería el decano del fútbol de Herning, aunque se sabe que antes existió otro club de fútbol. Sin embargo, toda la documentación se perdió y no hay restos de su actividad.

El fútbol, y el deporte en general, carece de sentido sin una ligazón con su entorno, con la sociedad a la que representa. En Herning, ciudad de comerciantes, no podía surgir un equipo en otro lugar que no fuera la plaza del mercado. Para entrenarse, los jugadores debían esperar a que se retirasen los vendedores y, a pesar de los esfuerzos de limpieza, no quedaba más remedio que jugar chapoteando en el estiércol.

El caso es que aquel deporte gustó. El Herning Fremad se desempeñaba en la liga de la Jutlandia Central (eso es lo que significa Midtjylland), con rivalidades épicas como la que mantenía con el Holstebro. Tras cada victoria fuera de casa, el equipo era recibido por una orquesta a su regreso a la ciudad. A lo largo de los años, hubo repetidos intentos de fusionar al Herning Fremad y al Ikast FS, pero cuando Bobby Moore aterrizó en Herning ese afán aún quedaba lejano. Debutó el 9 de abril de 1978 y acabaría jugando solo nueve partidos, pero dejó huella. Su mejor época había pasado hace tiempo, pero su clase seguía siendo sobresaliente y, para un equipo danés de tercera, algo de otro planeta. Recibía trato de estrella y no vivía en Herning, sino que iba y venía en avión desde Inglaterra, todo pagado del bolsillo de Sander. En lo deportivo, el fichaje no funcionó. Después de jugar nueve partidos, al final de una racha de cinco derrotas (la última, un 5-0 ante el Aalborg Freja) dos empates, todos coincidieron en reconocer que la aventura carecía de sentido. Pese a su categoría superlativa como central, resucitar un equipo desde el eje de la zaga es complicado. Un goleador lo puede tener más sencillo. Con el equipo segundo por la cola, Moore abandonó Herning, 44 días después de su llegada.

Sin embargo, Moore dejó huella. Introdujo una visión profesional del juego, una seriedad y un enfoque de lo que necesita un club para crecer que los responsables del Herning Fremad siempre recordaban en los años posteriores. No se le recuerda como una extravagancia, sino como un fichaje que dejó poso. Cuentan quienes convivieron con él que en el vestuario fue un ejemplo, se implicó mucho y no se comportó como una estrella. Aunque vivía en Londres, siempre llegó a la hora en el primer avión de la mañana y estaba en las instalaciones del club el primero. Esa seriedad gustó.

El capitán de la Inglaterra de 1966 fue el primer extranjero en la Liga danesa. Dinamarca era un país muy proteccionista. No fue hasta 1977, un año antes de la llegada de Moore, cuando se permitió el profesionalismo. Hasta esa fecha todos los jugadores eran amateurs, y la leyenda del West Ham les dio las primeras nociones de lo que hay que hacer para aspirar a ganarse la vida con el fútbol. Un mundo desconocido en Dinamarca en 1978. Moore abrió esa puerta.

Su marcha de Herning le sentó bien al Fremad, que enlazó un racha de 16 victorias en 20 partidos. Un año después subiría a segunda y en 1982, por primera vez en su historia, a primera. En 1999 se fusionó con su viejo rival, el Ikast, para fundar el Midtjylland con el que se enfrenta la Real.