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La Real tiene el honor de enfrentarse este martes con el Benfica, cuya leyenda comenzó la heladora medianoche del 15 de diciembre de 1960 en el aeropuerto de Portela, en Lisboa. Ese día llegó un niño mozambiqueño de 18 años de nombre Eusébio y de ... apellidos Da Silva Ferreira, pero que fue tan grande que jamás necesitó usarlos. Eusébio es Eusébio, y basta.
Su fichaje había dado mucho que hablar, con una guerra abierta entre el Benfica y el Sporting, cuyos cazatalentos en Mozambique coicidían en señalar el valor extraordinario del muchacho. Los leones de Alvalade habían llegado a un acuerdo con su club de origen, el Sporting Clube de Lourenço Marques (hoy, Maputo), pero el Benfica hizo lo propio con la madre del jugador y se lo trajo a Lisboa en medio del secretismo más absoluto. Fue conducido al aeropuerto de la capital mozambiqueña en un coche del ejército que se metió en la pista y le dejó bajo la escalinata del avión. Cuando todos los pasajeros estaban ya sentados, Eusebio embarcó en el 'Super Constelation' de la compañía TAP rumbo a Lisboa.
Tal era el secreto, que cuando aterrizó solo le esperaban seis personas, tres del Benfica, Domingos Claudino, Albino Rato y Júlio Teixeira, y tres periodistas, dos de 'A Bola', Nuno Ferreira y Cruz dos Santos, y David Sequerra de 'Mundo Desportivo'. Eusébio iba con una chaqueta fina, porque en Mozambique hacía 40 grados y enseguida le metieron en un taxi rumbo al Algarve, para esconderle en un hotel antes de que los periódicos de la mañana dieran la noticia del aterrizaje. Eusébio nunca había estado en Portugal y el gran Mário Coluna, también mozambiqueño, le ayudó en sus primeros pasos.
El Sporting montó en cólera al ver la primera página de 'A Bola' del día 16 y la cosa no se solucionó fácil. Eusébio no pudo jugar la primera Copa de Europa que ganó el equipo encarnado, ante el Barcelona en 1961. Cuando al fin llegó a Lisboa le instalaron en el Lar do Jogador do Benfica, en la misma habitación que Torres y Amândio. Había dinamita en aquel cuarto, porque José Torres se convertiría en un goleador tremendo. En los años 60, la década gloriosa del Benfica, aquel equipo jugó 541 partidos en todas las competiciones. Entre Eusébio y Torres marcaron 575 goles. La 'pantera negra' y 'O bom gigante', el gigante bueno', se disputaron el balón de plata de 1963, por detrás de Denis Law. Antes del último partido, Torres llevaba tres goles de ventaja, pero Eusébio había hecho cuatro el día anterior y había expectación aquella tarde en Évora. Pero marcaron los dos y la cosa quedó como estaba entre los compañeros de habitación.
Ambos jugaron juntos en la selección portuguesa, en la época de las guerras coloniales de Angola, Guinea y Mozambique. A punto estuvo Eusébio de llevar a Portugal a la victoria en el Mundial 1966. Tras caer con Inglaterra en semifinales, un gol de Eusébio y otro de Torres valieron el tercer puesto ante la URSS. Una estatua de Eusébio preside el estadio Da Luz. Un honor visitarlo.
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