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Next station, Manchester United Football Ground'. El tren sigue parando en Old Trafford, como siempre. El ferrocarril cuenta la historia de Mánchester, de su desarrollo ... industrial y aún hoy sigue siendo una brújula para entender el mapa del fútbol inglés en general.
En 1879, un club nació junto a la nueva línea ferroviaria de Mánchester. Sus jugadores eran trabajadores de la Lancashire and Yorkshire Railway Company, que se dedicaba a la construcción de vagones. Se hicieron llamar Newton Heath y jugaban de verde y amarillo y las botas del trabajo contra otros equipos de fábricas cercanas. Como recoge Jim White en 'Manchester United: The Biography', eran personas «reclutadas de todo el país para satisfacer la creciente necesidad de disponer de locomotoras y vagones».
La Revolución Industrial tuvo su kilómetro cero en Mánchester. Los obreros afluyeron de todos los rincones de Gran Bretaña y de Irlanda. Si en 1800 tenía 84.000 habitantes, en 1900 llegaba a los 1.250.000 y era la sexta ciudad más grande de Europa, mayor que Moscú. Las condiciones eran terroríficas. «A mediados del siglo XIX la esperanza de vida media para los varones de Little Ireland, la parte más conocida de Mánchester, era nada menos que de 17 años», relata el libro de Jim White, citado por Simon Kuper y Stefan Szymanski en '¡El fútbol es así!'.
Esa ciudad brutal inspiró el comunismo, de la mano de Friedrich Engels. Enviado a Inglaterra por su padre para dirigir la empresa familiar, quedó impresionado por el sufrimiento y la fuerza de una creciente clase obrera y se pasó al otro bando. Muchos de aquellos operarios desarraigados buscaron en el fútbol un sentimiento de comunidad. El fútbol fue clave en la conquista del sábado libre por parte de los trabajadores de la industria textil, en 1890. Tenían que ir al campo. «No es infrecuente que en el norte y las Midlands 10.000 personas paguen dinero para asistir a un partido normal y corriente». En 1892, los 28 clubes profesionales ingleses procedían de la zona. Los campeones de la Inglaterra victoriana eran los equipos de Preston, Sheffield o Sunderland, los lugares más ricos del mundo.
Ese legado perdura. En la actual Premier League, nueve de los 20 equipos son de las Midlands o el norte, regiones que solo concentran al 10% de la población del país. La sobrerrepresentación se extiende al conjunto de la liga profesional, las cuatro primeras categorías del fútbol inglés. Casi una cincuentena de equipos profesionales tienen su sede social a menos de 150 kilómetros de Mánchester, una densidad sin igual en el mundo.
En 1902, el Newton Heath se convirtió en el Manchester United. Cambió de colores. El club sigue siendo la reliquia mejor conservada de la Revolución Industrial. Tras jugar en North Road y Bank Street, el club se trasladó a Old Trafford en 1909, justo al lado de las vías del tren y a una pujante zona industrial donde poco antes se había instalado la Westinghouse con sus 12.000 trabajadores. También junto al Bridgewater Canal, infraestructura clave en el transporte de carbón. Rolls Royce también instalaría allí su fábrica de motores de avión.
Sin duda, no se pueden explicar Mánchester ni el Manchester United sin el ferrocarril, pero el tren también perfiló el fútbol de Londres, muy distinto al del norte, dos mundos diferentes. Con el crecimiento de la ciudad, los clubes necesitaron buscar nuevos campos más grandes y el tren fue un criterio fundamental en la decisión de los propietarios. El Tottenham Hotspur eligió White Hart Lane porque justo allí había (y hay) una estación; unos empresarios construyeron el campo de Stamford Bridge junto a la estación de metro de Fulham Broadway y a continuación fundaron un club, el Chelsea, para sacarle rendimiento; el Arsenal abandonó Woolwich, al sur del Támesis, para trasladarse a Highbury, por el buen servicio que daba a la zona la línea Picadilly...
Ahora, el Manchester United levantará un nuevo estadio, diseñado por Norman Foster, todo nuevo, todo moderno, todo lujo... pero cerca de Old Trafford, cerca de las vías.
Donostia, capital burguesa de un territorio industrial también tiene una estación de tren en el campo de fútbol. La Real se hizo grande junto a las vías de Atotxa. Ahora, un tren pequeño, modesto, puntual y lleno de trabajadores llega a Anoeta. Fútbol, historia, trabajo. Real y Manchester United. Dos grandes. A cuartos se va en tren.
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