Borrar

Lo que no dijo Januzaj

Al regreso del Mundial le habían entrado a robar en su casa de San Sebastián

Martes, 13 de noviembre 2018

Cómo es el fútbol. Una montaña rusa. Fiscal cuando se pierde, gratificante cuando se gana. Lo digo porque en el descanso del partido de la Real en el Ciutat de Valencia tenía el móvil inundado de mensajes. Se pueden imaginar el tono de los mismos. A Theo había que devolverle al Madrid. «Le han robado la cartera y no es la primera vez». «Otro gol que nos meten por él». «Es un coladero en defensa». Críticas al sistema. «A qué viene el 3-5-2?» ¿Por qué jugamos en función del rival? Que el Levante no es el Madrid...». Y al once. «Zuru tiene que jugar y Oyarzabal necesita un descanso». Claro que el centro era Asier Garitano. «Que no está en el Leganés, Jon, que está en la Real. Su fútbol es de equipo pequeño...».

Pero el fútbol es grande por lo que pasó después. Theo hizo el 1-0 y ya no había que 'colgarle'. Y Juanmi, que había entrado en el campo en un acierto de estrategia de Garitano, hizo el 1-2. Y Oyarzabal el 1-3. Y del negro se pasó al blanco.

La Real Sociedad necesitaba una victoria en el Ciutat. Y la consiguió. Necesitaba un soplo de aire y lo encontró. Se lo dio Theo con su tanto. Se lo dio, aunque no marcó, un Januzaj de nuevo inspirado. Se lo dio Juanmi, con un gol y una asistencia. Se lo dio Oyarzabal, que dejó atrás más de una pesadilla...

Fue una noche de pequeñas (o grandes) satisfacciones, aunque convendrán conmigo en que algo no cambió durante la primera hora, una hora que amenazaba incluso tormenta. Lo digo porque en el primer tiempo no dábamos crédito a lo que estábamos viendo en aquel desbarajuste.. No dábamos un duro por la Real. Porque el Levante nos había dado un meneo hasta el minuto 70, pero en veintitantos minutos cambió la decoración y la Real salió del Ciutat con otra mirada.

Así que hoy es un día para hablar de Oyarzabal, que dejó para el final una de las verdades del fútbol: lo más importantes es el talento bien utilizado. Hoy es un día (otro más) para hablar de Januzaj, un futbolista que cuando está inspirado y ahora lo está, es una bendición. Hoy es un día para hablar de Juanmi, que baña de gol a la Real. Y para hablar del segundo tiempo de Theo, que tiene magnetismo (cuando está bien). Y es un día para elogiar de nuevo a Aritz Elustondo, que se ha situado por méritos propios en uno de los escalones altos de la Real (ahora mismo es difícil encontrar un defensa que reúna sus condiciones).

Y es un día para hablar de Asier Garitano. Me habrán leído más de una vez que en un velero el pesimista se queja del viento, el optimista espera que el tiempo cambie y el realista ajusta las velas. Es lo que hizo Asier Garitano en el Ciutat: ajustar las velas.

P.D. Januzaj fue protagonista en la entrevista de ayer en el DV. Stop. Dijo cosas curiosas. Stop. Pero hubo algo que Januzaj no contó. Stop. Que Januzaj volvió lesionado del Mundial lo sabemos todos. Stop. Pero lo que no sabe todo el mundo es que el día que llegó del periplo mundialista a Donostia se llevó un susto morrocotudo. Stop. ¡¡¡Le habían entrado a robar en su casa!!! Stop. Por su cabeza pasaron muchas cosas, pero lo importante es que ahora está centrado. Que siga. La Real le necesita como intuía Garitano desde el verano (a él o a un hombre de banda con desborde). Stop. La Junta de accionistas de la Real se celebrará el 11 de diciembre. Stop. Tal y como les contamos en la charla digital, la Real presentará un presupuesto récord de más de cien millones y un superávit récord. Pero la gente se pregunta y te pregunta si será la última asamblea que presida Aperribay. Stop. Este Consejo tiene mandato hasta 2022, pero el gran objetivo del presidente era (es) el nuevo Anoeta y cuando concluyan las obras, allá por el mes de mayo o junio de 2019, hablaremos. Stop.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Lo que no dijo Januzaj