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«Es un genio», dijo en una ocasión Miguel Ángel Moyá de Adnan Januzaj en una afirmación que quien le ha visto jugar no pone en duda. Sucede que este adjetivo, en el fútbol, lleva implícita una carga que relaciona a quien así se le califica con un futbolista irregular, guadianesco e indolente, sin reparar en que Víctor Hugo Morales, en su famosa narración del gol de Maradona a Inglaterra, calificó al astro argentino como «genio del fútbol mundial». Desgraciadamente para él, el belga responde más a la acepción popular que a la definición que en 1986 hizo el periodista uruguayo del '10'.
El paso de Januzaj por la Real no dejó indiferente a nadie y la decisión de la Real de no renovarle en el verano de 2022, tras ofrecerle en un principio tres años de contrato, tuvo no pocos detractores que consideraban al de Molenbeek un jugador diferente y necesario. En el club, sin embargo, habían perdido la paciencia. Su calidad nunca fue puesta en duda. Otra cosa era su predisposición al trabajo, cuestionada en más de una ocasión por el propio Imanol.
Aquel verano fue largo para Januzaj, que tardó en encontrar acomodo. Sus altas pretensiones económicas, al ser un jugador libre, hicieron que el Sevilla no apostara por él hasta el último día de mercado, firmándole un contrato hasta 2026 a cambio de unos cinco millones brutos. «Han sido horas de estrés, pero estoy contento por poder estar aquí y disfrutar de mi fútbol en Sevilla. He entrenado duro yo solo todos los días, en el campo y en el gimnasio, para intentar tener un buen nivel físico. Es verdad que no es lo mismo que entrenar con los compañeros, pero tienes que estar preparado porque algún equipo te puede llamar en cualquier momento y tienes que estar listo. Yo estaba muy tranquilo porque sé el tipo de jugador que soy y que iban a llegar ofertas», comentó Januzaj durante su presentación.
Imanol Alguacil
Entrenador de la Real
La ausencia de una pretemporada al uso hizo mella en 'Janu', que durante las primeras semanas lució unos kilos de más. Julen Lopetegui no le dio bola y no debutó hasta el 29 de octubre ante el Rayo Vallecano, ya con Jorge Sampaoli en el banquillo. Apenas 45 minutos a los que sumó un par de minutos más ante la Real en el Sánchez Pizjuán el 9 de noviembre. José Luis Mendilibar, a su llegada, no quiso saber nada de él y Monchi logró colocarle cedido en el Basaksehir turco, donde jugó con más regularidad y marcó tres goles.
A final de aquella temporada regresó al Sevilla dispuesto a reivindicarse, aunque Víctor Orta, el sustituto de Monchi en la dirección deportiva, tenía otros planes para él debido sobre todo a su alto salario y a las apreturas económicas que vive la entidad hispalense. No hubo manera ni tan siquiera de cederle.
Relegado al banquillo y casi año y medio después de su marcha de Donostia, Januzaj regresó por primera vez a Anoeta, donde jugó 17 minutos en la derrota del Sevilla (2-1). Imanol, de quien no se había acordado en su comunicado de despedida de la Real, le saludó cariñosamente aunque tras el partido, en sala de prensa y preguntado por su encuentro con Januzaj, le lanzó un dardo: «Le he tocado a ver cómo estaba de pliegues, le he dicho que estaba bastante mejor. Tenía muchas ganas de jugar contra nosotros», dijo bromeando. «Le deseo lo mejor. Siempre he tenido muy buenas palabras hacia 'Janu', ninguna queja, todo lo contrario. Cuando estuvo aquí intenté sacar el máximo rendimiento de él y quizás 'Janu' se nos cayó en el camino. Esto es máxima exigencia. Una pena porque por talento seguramente podría estar aquí. Pero solo con talento no vale». Más claro, agua.
Sin apenas protagonismo –seis partidos y 160 minutos–, Víctor Orta apretó el acelerador para quitarse de encima al belga durante el mercado invernal. No pudo y explotó en una rueda de prensa: «Hemos recibido varias propuestas, dos de ellas aceptadas, con un total de seis posibles. Llamé a uno de sus agentes, porque con Januzaj nunca se sabe, y dijimos que habíamos aceptado esas ofertas, y el jugador no estuvo dispuesto a ir», explicó. «Me dijo que los minutos no eran un problema y zanjó el debate». Más que un fichaje, Januzaj era una hipoteca.
Este verano, por fin, el Sevilla logró cederle, aunque sólo ha conseguido quitarse el 30% de su salario. Parte de culpa en que recalara en el conjunto canario la tuvieron Willian José y De la Bella, con quien el belga reconoció haber hablado antes de fichar. En su presentación no quiso referirse a su polémica con Orta: «Las cosas que han pasado las hablaré en el futuro, ahora quiero hacerlo en el campo, que es donde se hablan las cosas». Y cuando se le cuestionó por el tiempo que llevaba sin jugar respondió con un contundente «el talento nunca se pierde».
Pero como siempre ha dicho Imanol, «con talento no vale». Pasado de peso, se puso en manos de Salim Attye, un preparador físico senegalés que trabaja como externo para algunos futbolistas de Las Palmas y en dos meses perdió siete kilos de masa grasa: «Falta poco, pero está en forma. Cogimos medidas y planteamos bajar entre ocho y diez kilos de masa grasa para volver a su forma óptima», explicó Attye a 'Relevo'. «Ya ha ganado cuatro kilos de masa muscular. En la Real estaba fino únicamente, ahora también gana músculo, algo que le puede ayudar a evitar lesiones». No ha sido así. Lesión tras lesión apenas ha jugado 11 partidos y sólo tres como titular. Ahora ha encadenado tres partidos seguidos en los que ha sumado 28 minutos y el domingo ante la Real podría repetir. Las Palmas, necesitado de todo para salvar la categoría, espera al «genio».
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