Como los grandes: jugar mal pero ganar bien

Si alguien que no ha visto el partido y se guía solamente por el 1-3 del marcador pensará que fue un trámite, pero el que lo vio sufrió. Sufrió porque los goles llegaron en el tiempo de descuento y unos minutos antes el Almería tuvo sus oportunidades. Sufrió porque no vimos a la Real de siempre, aunque no es fácil prolongar ese buen juego durante tres partidos.

Quizás todos pensábamos, o el panorama invitaba a hacerlo, que el enfrentamiento iba a ser fácil, pero con el paso de los minutos vimos que no iba a ser así. La Real no desplegó el juego de otros días pero hizo como los equipos grandes: jugar mal pero ganar bien.

Entre las novedades en el once inicial, Sadiq fue el que tuvo prácticamente todas las oportunidades en la primera parte. Un disparo se le fue al palo y otro lo sacó el portero, pero en el juego, como a todo el equipo, tampoco le vimos mucho. Y qué decir de Zakharyan. Ayer jugó más que el nigeriano, pero no le vimos con continuidad. Turrientes, por ejemplo, tuvo muchísima más presencia.

En el caso de Sadiq sabemos que salió de una lesión y que esa puede ser la razón de que le esté costando, mientras que al ruso le habrá venido bien la hora de juego de ayer. Esperemos que vaya a mejor a partir de ahora. No nos ha demostrado ese talento que se nos anunció. Es verdad que ayer fue clave en uno de los centros que terminó en gol, y es importante sacar bien para ese tipo de jugadas que ha dado mucho rédito a la Real esta semana, pero esto no consiste solo en sacar las faltas y los córners, sino también en entrar más en juego y participar. Estar más presente, en definitiva. El equipo le necesita. Las sensaciones son las de un buen jugador, pero eso hay que enseñarlo después.

La Real suma 22 puntos, y aunque el Girona, con ya 34 de 39 posibles, siga sorprendiendo, ganando y sacando partidos a pesar de sufrir mucho, cada uno tiene que hacer su Liga. Llega ahora el parón de las selecciones, y que los jugadores sean convocados es una muy buena noticia tanto para ellos como para el club. Demuestra que el equipo está muy bien y ofrece más motivación si cabe a los jugadores.