Hacía mucha falta una victoria como la de ayer. La necesitaba la afición, el club, la directiva, Imanol y también los jugadores. Había demasiado ruido alrededor y este partido va a calmar mucho las cosas. Hoy estamos todos muy felices. El partido de ayer fue ... casi perfecto. Tres goles, portería a cero y rendimientos individuales que invitan al optimismo. El equipo se pareció mucho por momentos al que maravilló en Champions la pasada temporada.
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Los extremos son vitales en este equipo. Cuando Barrenetxea y Kubo están bien, la Real funciona y encima es capaz de hacer daño. El donostiarra es un jugador con mucho talento, muy peligroso cerca del área, y que le da otro punto al ataque txuri-urdin cuando está a su mejor nivel.
El Valencia ofreció un rendimiento flojo y ayudó a ver a la mejor Real de la temporada ayer en Anoeta. En el fútbol juegan dos equipos y cuando uno está muy bien y el otro mal se nota mucho la diferencia.
Alguno se llevó las manos a la cabeza cuando vio a Oyarzabal de nuevo en el once titular. A la gente le gustan las caras nuevas y algunas veces nos olvidamos rápido del resto. El capitán no está en su mejor momento, pero Imanol confía en él ciegamente por algo. Es un jugador muy importante fuera y dentro del campo. Le da tranquilidad al resto cuando ve que a su lado está Oyarzabal. Su trabajo ayer en la presión fue tremendo, como en aquel balón que roba en el córner de su propio campo. Y con balón estuvo mucho mejor, dejando destellos de calidad como el taconazo para descargar un pase de Zubimendi.
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Los partidos se empiezan a ganar en el centro del campo y ayer el de la Real estuvo a un nivel muy alto. Es una gozada ver jugar a Zubimendi. Roba, distribuye y encima ahora está mucho más animado para conducir y aproximarse a área rival. Sucic estuvo más discreto, pero Sergio Gómez estuvo de sobresaliente. Juega de todo. En Valladolid fue lateral y ayer centrocampista y luego extremo. Dio dos asistencias y el pase previo en el otro gol. Es un fichaje muy bien tirado.
Quizás la gran diferencia haya sido en defensa. Aguerd y Zubeldia estuvieron serios y no se le concedió ni una al Valencia. Pero permitidme detenerme en Aramburu. Me encanta Jon Mikel. Sus ganas y fuerza contagian al resto, va como si fuese el último a todos los duelos y es muy ganador siempre. Cierto es que enfrente no tuvo un gran oponente ayer, pero su partido fue muy bueno. Le da al equipo una garra y una fiabilidad defensiva que no tenía.
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Los cambios también funcionaron. Salió Brais e hizo una asistencia y Óskarsson marcó un doblete. La afición le esperaba y esto le va a ayudar a tranquilizarse. Seguro que empezará a jugar mejor ahora. Los goles fueron empujando pero es lo que se le pide al delantero: que no falle de cara a puerta.
El día de ayer fue casi redondo. El equipo encaminó el partido desde el principio y luego estuvo más tranquilo con el gol. Hubo un tramo en la primera parte en la que el Valencia apretó e hizo sufrir a la Real, y por eso no es perfecto.
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Estos tres puntos van a ser un bálsamo para la Real. Tiene que recuperar la confianza para volver a ser un equipo muy vivo y peligroso. Una victoria así es una forma inmejorable de empezar ese camino. Algunos jugadores se quitaron un peso de encima.
Ahora viene el Anderlecht, a quienes vi un rato ayer. La Real el otro día en Niza compitió bien, que es lo más importante en competición europea.
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