Luka Sucic, alternativa de lujo a Brais

Con Remiro bajo palos, atrás parecen fijos Zubeldia, Pacheco y Javi López, con Aramburu, Odriozola y Aritz opositando al lateral derecho. En el centro del campo Zubimendi y Turrientes también deberían estar en el once si vuelven bien a Zubieta. El primero, que está en Donostia, tuvo ayer descanso y se unirá hoy a los entrenamientos. De ahí hacia adelante la gran incógnita es conocer al sustituto de Brais, que es baja por la lesión en el quinto metatarsiano y ha sido el hombre más importante en ataque de este inicio de temporada con el gol marcado al Alavés y la asistencia a Zubimendi contra el Rayo Vallecano. El gallego también es el realista que más ha disparado a puerta hasta ahora.

Como suele decir Imanol, no vale de nada pensar en los que no están y en lo que está centrado el oriotarra es en buscar al recambio perfecto para esa zona del campo en la que es tan importante sujetar el balón como lanzar a los compañeros más ofensivos al ataque. Entre las alternativas con las que cuenta, la de Sucic es una de las más fiables por su calidad y porque viene de jugar en esa misma posición esta semana en la victoria contra Polonia con buena nota. Sin duda, un futbolista de mucho talento para un partido de máxima calidad. El croata ya se ejercitó ayer en Zubieta con sus compañeros.

El exjugador del Salzburgo llegó para cubrir la baja de Merino en el centro del campo, pero fue más una cuestión cuantitativa que cualitativa, porque sus características son diferentes y Sucic se maneja en más puestos que el navarro. Partiendo de los datos facilitados por Stats Perform de la pasada temporada con el conjunto austriaco en la Bundesliga de su país y la Champions, Sucic jugó hasta en siete ubicaciones diferentes partiendo de un dibujo más habitual de 1-4-4-2 en rombo que fue alternado en ocasiones con el 1-4-3-3.

Donde más lo hizo fue de interior derecho a pierna cambiada, un 43% de los minutos, la misma zona en la que se maneja Brais, otro zurdo de muchos quilates como él. El domingo ante Polonia jugó también ahí cuando entró tras el descanso, con Kovacic como pivote y Modric con libertad de movimientos en el flanco contrario. El realista entró bastante en contacto con el balón, normalmente para asociarse con seguridad con el compañero más cercano, aunque también dejó algún servicio al espacio que recordó a los que coleccionó Odegaard en el curso 19/20 hacia Oyarzabal en la izquierda. En este sentido, tiene gestos del noruego, al proteger el balón del acoso del defensor con el cuerpo y trazar después pases en profundidad inimaginables a la espalda de la defensa contraria. Para esta jugada la posición que mejor le viene es la de enganche por la derecha, una ubicación que también favorece el disparo con su pierna natural tras regate o control orientado.

Sin salir de ese ámbito de influencia, también jugó un 17% como extremo derecho cuando Gerhard Struber optó por situar a tres hombres más adelantados en el 1-4-3-3 y un 18% como mediapunta por detrás de los delanteros. De forma más esporádica, actuó un 10% de interior izquierdo, un 6% de mediocentro ofensivo y un 4% de pivote defensivo. Una polivalencia que agradecerá un entrenador como Imanol al que le gusta emplear distintas variantes durante el partido para adaptarse o sorprender al adversario. El fútbol moderno exige dinamismo y alternar planes diferentes con cada vez mayor frecuencia.

Una de las virtudes que convencieron a los ojeadores de la Real para recomendar su fichaje fue su aportación en la fase ofensiva, donde tiene bastante incidencia. La pasada temporada fue el tercer jugador con más influencia en el ataque del Salzburgo por detrás del mediopunta Oscar Gloukh y del delantero Karim Konaté en remates y oportunidades creadas, que en números concretos se tradujeron en cuatro goles y seis asistencias. Eso sí, de ellas cuatro llegaron desde el flanco izquierdo, con centros a pierna natural, y dos desde la derecha, la zona en la que más juega.

Sus cifras en la construcción del juego también son importantes porque tuvo un 79% de acierto en el pase en la Bundesliga austriaca y un 75% en la Champions. En este sentido, notó la diferencia de nivel entre las dos competiciones aunque en Europa también rindió a buen nivel. Algo parecido sucedió en la fase defensiva, ya que se impuso en el 57% de los duelos en el campeonato doméstico mientras que en competición continental esa cifra se redujo al 48%. De todas formas, se trata de un jugador de 22 años que mide 1,85 y tiene mucho margen de progresión en las disputas, tanto aéreas como por bajo.

Además de su visión de juego y capacidad en el pase, otra de sus virtudes es la arrancada que tiene y la zancada, lo que le permite desbordar rivales con facilidad en los primeros metros. Por su envergadura y condiciones debería ser un jugador capaz de plantarse delante del portero varias veces por temporada para finalizar jugada.

Hasta ahora no se le ha visto mucho con la Real en este comienzo de Liga, ya que solo ha jugado los siete minutos finales contra el Rayo Vallecano. A pesar de ello le dio tiempo a participar en el origen del gol txuri-urdin, conectando por dentro con Brais para que éste dejara de tacón a Zubimendi y batiera a Cárdenas. Contra el Espanyol y el Alavés fue suplente y no llegó a saltar al campo y en Getafe se quedó fuera de la convocatoria por unas molestias en la pierna derecha.

Ahora ha regresado a tiempo de la selección para preparar el partido contra el Madrid y la baja de Brais puede abrirle la puerta a la titularidad por primera vez desde su llegada a Donostia.