En un momento en el que a los equipos les cuesta cada vez mayor esfuerzo atraer a sus aficionados a los campos de fútbol (los jóvenes se aburrían, ¿no?), ver pobladas las gradas del Reale Arena es una muestra más de la ilusión que despierta ... este equipo en todo Gipuzkoa. Ni el aviso amarillo por lluvias, ni los malos datos de la pandemia, ni el acueducto festivo, ni los tres empates consecutivos en casa fueron ayer impedimento para que el campo registrara una de sus mejores entradas, con todos los billetes vendidos. Está claro que éste también es uno de los partidos del año para los realistas.
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Sin ganar en casa ni en noviembre ni en diciembre
Últimamente diciembre no suele muy propicio para la Real. Los números del año pasado son elocuentes: cuatro empates y tres derrotas en un mes que solo otorgó una alegría, la victoria en San Mamés en Nochevieja. Los de Imanol empezaron el mes como líderes y lo acabaron terceros a seis puntos de la cabeza. Este año, al margen de la victoria en Las Palmas, diciembre ya nos deja una derrota que nos aleja todavía más del liderato, aunque esta vez el bache ha llegado antes. La Real no gana en casa desde el 16 de octubre. Al mejor jugador de noviembre, Janu, tampoco le ha sentado bien el cambio de calendario.
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Los dos flancos de la zaga siguen sin tener dueño fijo
Es quizá donde más rotaciones voluntarias (al margen de las obligadas por las lesiones) está realizando Imanol esta temporada, en los dos flancos de la zaga. Ningún lateral parece tener el puesto asegurado y de hecho ayer jugaron los cuatro. A pesar del gran trabajo de Aihen Muñoz, el míster está optando más por Diego Rico, que no termina de convencer a la grada. Gorosabel tampoco es el del pasado año. Ayer Vinicius creó demasiado peligro por esa banda. Eso sí, cabe destacar que Rico sorprendió en la primera parte con varios excepcionales centros que lamentablemente no encontraron rematador.
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Demasiada sangre fría a veces, falta de sangre otras
Nadie duda de que el juego con los pies es uno de los puntos fuertes de Remiro y salir con el balón jugado desde atrás, una de las señas de identidad de este equipo. Sin embargo, quizá se peque de demasiada sangre fría en determinados momentos. Ayer ese juego en corto a punto estuvo de ocasionarnos un disgusto en nuestra área. Sangre fría, helada, parece que es también la de Sorloth. No se parece en nada al que tanto nos sorprendió en sus primeros partidos. Esta vez se echó de menos un poco más de sangre en todo el equipo en la segunda mitad, ya que no supo reaccionar a los goles blancos.
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A por la primera final de la temporada, el jueves ante el PSV
Y sin tiempo para lamentaciones, llega el jueves la primera gran final de la temporada. Es verdad que se suele calificar así a demasiados partidos pero contra el PSV está justificado. No en vano será el encuentro que dilucidará la próxima trayectoria europea de la Real y el que, de alguna manera, situará al equipo en el marco continental. Si de verdad ha crecido lo suficiente como para pelear en una competición tan exigente como la Europa League o si por ahora debe limitarse a un breve viaje para bajarse del tren en las primeras paradas. Europa pide meter una marcha más. A ver si en esta ocasión no se para la locomotora.
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