Marín y la imagen de un sueño cumplido

El riojano fue titular en el partido decisivo ante Osasuna en los cuartos de final de la Copa del Rey y, por lo tanto, fue partícipe y artífice del triunfo (2-0) y del pase a semifinales, entre otras cosas porque su 'tackle' permitió el robo del cuero previo al segundo gol, obra de Brais. No es raro que un canterano como él fuera de los jugadores más pletóricos al final de un encuentro que jugó hasta el minuto 58, cuando fue sustituido por Olasagasti.

Marín sale en la fotografía del sueño cumplido. Y es que hace justo cinco años, el 13 de febrero de 2020, el riojano ejerció como recogepelotas en aquel encuentro de ida de semis que la Real jugó y ganó contra el Mirandés (2-1), el del recibimiento apoteósico al equipo en Amara. La Real sufrió mucho y no jugó bien, quizá presa del pánico de fracasar ante un equipo de Segunda. Por eso el penalti forzado por Portu y materializado por Oyarzabal -menuda premonición de cara a la final- provocó una explosión de alegría en todo el estadio y sobre el césped. Los jugadores fueron a celebrarlo con los ocupantes de la Grada Zabaleta. Oyarzabal, Isak, Monreal, Odegaard, Portu...y justo enfrente un eufórico Pablo Marín, que cerraba los puños y sonreía como si el gol lo hubiese marcado él. Plenitud absoluta.

«Estoy viviendo un sueño, el de jugar en el primer equipo de la Real Sociedad», dice Marín a los medios de la Real. Imborrable para él el recuerdo de aquella semifinal desde su silla de recogepelotas: «Tengo una foto ahí celebrando un gol de Oyarzabal con Isak en la portería de la Bultzada y es muy bonito ahora poder estar en el campo», reconoce. El año pasado también militaba en la plantilla que llegó a semifinales de Copa del Rey y terminó sucumbiendo en la vuelta de Anoeta, en una maldita tanda de penaltis, ante el Mallorca. Estuvo convocado en el partido de ida, en el Son Moix, pero no jugó. El sueño ahora es alcanzar la final y luego....