Con los mejores

Si para algo debe servir también esta victoria es para subir la autoestima del equipo, pero sobre todo la del entorno. No es de recibo el poso de negatividad con el que se ha encarado esta eliminatoria, por muy desdibujado que estuvieran un equipo y un entrenador que tienen crédito de sobra. Había una semifinal en juego.

En tiempos de comunicados agresivos y declaraciones fuera de tono contra el colectivo arbitral, conviene elogiar también cuando se hacen las cosas bien como sucedió ayer con el VAR, que no llamó a Melero López en la acción del segundo gol por una posible falta de Marín sobre Iker Muñoz, y que sí le avisó para que expulsara a Catena por su patada en la espalda a Brais. Impecable.

Conviene, sobre todo en las victorias, hacer hincapié en los puntos a mejorar y el balón parado es uno clarísimo. Osasuna hizo daño y la Real ni arañó. La semifinal exigirá no dejar cabos sueltos.

La alegría por la clasificación se vio empañada por la lesión de Zubeldia. El azkoitiarra se fue lesionado, y con la eliminatoria europea y la ida de las semifinales de la Copa a la vuelta de la esquina, amén de la Liga, no es una buena noticia.