Secciones
Servicios
Destacamos
«Estoy muy a gusto con mi nueva faceta», dice el exportero balear actualmente en tareas de comentarista en Movistar. Moyá no echa de menos los entrenamientos, atarse los guantes o los viajes sino que echa de menos «a las personas. Siempre me han gustado ... mucho las relaciones. Tenía ganas de tomar otro camino, disfrutar de otras cosas».
Noticia Relacionada
Moyá tiene claro que su misión en labores de comentarista de los encuentros debe ser didáctica. «Mi labor creo que es explicar el por qué pasan las cosas debido a mi experiencia sobre todo de portero, luego cada uno en su casa que haga su juicio. Tengo un patrón muy claro que no voy a criticar a ningún jugador porque sí», dice el exguardameta realista. Moyá estuvo en la retransmisión del empate en el Wanda a dos tantos entre el Atlético y la Real, para él un arma de doble filo. «En ese tipo de partidos tiene su parte buena porque conozco a los dos equipos pero se me hace raro comentar partidos y acciones de jugadores que son mis amigos», relata Moyá quien se acuerda perfectamente de lo que sucedió en aquel choque «con un buen 0-2 de la Real tras los goles de Sorloth e Isak y después el Atlético sacó la casta habitual para no perderle la cara al partido».
Cabe la posibilidad de que el choque del miércoles se tenga que decidir en la prórroga o los penaltis, suerte que conoce perfectamente el de Binissalem. «En la cabeza del portero ya se vislumbran los penaltis si queda poco y hay empate», asegura el exblanquiazul. «No es lo mismo estar concentrado en un tiro desde los once metros en un partido de liga donde has estudiado a un rival que en una tanda, donde el portero va a querer llevar los lanzamientos hacia su lado y utiliza sus 'tácticas' para detenerlos».
COMENTARISTA
VISIÓN
Moyá estuvo en Zubieta tres temporadas y medias donde se empapó lo que significa la Real y solo tiene palabras de elogios para la cúpula deportiva. «La Real desde fuera desprende una elaboración muy precisa por parte de sus mandatarios desde la parte logística con Jokin, que es el mejor presidente que podía tener la Real; luego con la dirección deportiva de Olabe y su equipo que tienen unos patrones de cómo enfocar el trabajo de la cantera y termina en la mano de Imanol para ser capaz de entrenar a esos jugadores, la manera que tiene de hacerlo, de ser exigente y a la vez cercano, con una idea de juego ofensiva atrevida y bonita». La derivada de esto para Miguel Ángel Moyá es que «los jugadores de gran calidad se sientan atraídos por el proyecto que les presenta la Real por todas estas cosas y de ahí fichajes como Odegaard, Silva o Rafinha».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.