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Algo había que hacer con Sadiq

Análisis ·

La situación de Umar Sadiq solo podía empeorar y la decisión de la Real Sociedad de cederle al Valencia es buena para las dos partes

Miguel González

San Sebastián

Viernes, 3 de enero 2025, 06:32

Dos años y medio después de su llegada, Sadiq abandona la Real Sociedad. El tiempo dirá si es un adiós o un hasta luego, aunque parece más lo segundo al tener contrato en vigor hasta 2028. Los clubes negociaban anoche la inclusión de una ... opción de compra por parte del Valencia para adquirirlo en propiedad, aunque en Anoeta no suelen conceder mucha importancia a estas cláusulas porque entienden que la voluntad de los jugadores es la que escribe su futuro.

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Aunque es por seis meses, su cesión es lo mejor para todas las partes en aras de resolver una situación que estaba enquistada. Desde el lado del jugador, necesita cambiar el chip y resetear para recuperar su mejor versión, ésa que no ha podido ofrecer en San Sebastián y que le hizo llegar a la Real desde el Almería por 20 millones. Ése debe ser su primer objetivo: recuperar las sensaciones como delantero.

Decía Monchi que no hay fichajes buenos o malos, sino buenos o malos rendimientos. Y el que ha dado el nigeriano dista mucho del que se preveía en 2022. Su aterrizaje no pudo ser mejor, ya que llevó a la red el primer balón que tocó como txuri-urdin con aquel cabezazo ante el Atlético a centro de Momo Cho. Después participó como titular en la victoria en Old Trafford con Zubimendi, Merino y Silva en la zona ancha y Brais y Kubo en las esquinas. En la segunda parte entró Sorloth en su lugar, que en los dos últimos veranos ha movido 45 millones en traspasos. ¡Lo que es el fútbol!

Pero en su tercer partido se rompió el cruzado en Getafe y desde entonces ha tenido que nadar contra corriente. Si romperse la rodilla fue un golpe muy duro para un héroe como Oyarzabal, el buque insignia del club y en Zubieta desde los 15 años, no es difícil de imaginar lo que supuso para alguien que acababa de aterrizar como el fichaje más caro de la historia del club. Y no solo en el plano físico, sino principalmente en el mental al verse fuera durante toda la temporada 22/23.

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Su trayectoria en la Real Sociedad ha estado condicionada por la lesión del cruzado y el partido en Mallorca

El año pasado regresó a un equipo que se había clasificado para la Champions y en la que debía sustituir a Sorloth después de estar un año en blanco. Un reto mayúsculo que al final pudo con él. Con todo, no lo hizo mal en los primeros meses con dos golazos ante el Sevilla y Osasuna que nos permitieron adivinar ese delantero por el que había apostado tan fuerte la Real. Contra el Athletic también hizo un buen partido el día del 3-0 a pesar de no mojar. Se le fichó porque tenía unas características diferentes y eso hacía que las defensas se comportasen de forma distinta cuando estaba él delante, lo que agradecían Kubo y Barrene para estar más liberados. Con él de titular se goleó al Getafe (5-3), Athletic (3-0) y Villarreal (0-3), y se ganó al Sevilla (2-1), Celta (0-1), Mallorca (1-2) y Granada (2-3). También jugó de inicio en el empate en San Siro ante el Inter.

Pero llegó la semifinal de Copa en Mallorca, tuvo una mala noche en la que falló varios goles que él, en la misma situación, no volvería a fallar y no le dio la vuelta. Perdió toda confianza en sus posibilidades y dejó de contar para Imanol por mucho que éste siempre alabó su actitud.

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Desde ese mes de febrero la situación no tenía vuelta atrás. Es más, cada vez se le veía peor. Porque no es que ya no fuera ese jugador del Almería, es que ni siquiera era el de hace un año. Las dos partes han entendido que lo mejor es separar sus caminos y esperar tiempos mejores.

No es que ya no fuese ese jugador que se vio en el Almería, es que estaba lejos del que era hace un año

Para la Real Sociedad es una oportunidad de que un activo suyo se revalorice mientras otro club corre con los gastos de su salario en estos seis próximos meses, amén de una cantidad adicional que recibirá por la cesión. Eso en lo económico. En lo deportivo también supone un refuerzo a pesar de perder a un efectivo, ya que para nadie era grato ver a un delantero de 20 millones sentado en el banquillo sin jugar.

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Ahora los roles están más definidos con Oyarzabal y Óskarsson como únicos delanteros centro con la opción de contar ahí con Becker como recurso puntual. Sadiq necesita jugar y con semejante tapón por delante no iba a hacerlo, y la situación solo podía tender a empeorar. Muchas veces la peor decisión es la que no se toma. Y la Real la ha tomado.

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