El adiós de Olabe no representa una buena noticia para la Real, pero nada es para siempre y el vitoriano ha estirado su ciclo más allá de lo que seguramente él mismo esperaba cuando llegó en abril de 2018. Han sido siete temporadas intensas en ... las que ha dado impulso a las cosas buenas que se habían hecho con Loren y ha modernizado las estructuras de Zubieta en una época de mayor bonanza económica que la anterior. De hecho, en su primer año solo pudo invertir dinero en el fichaje de Merino, ya que tanto Theo como Sandro llegaron cedidos. Aperribay lo fichó por su profundo conocimiento del fútbol formación, porque sabía qué era la Real y por tener una mirada diferente desde fuera por los años que pasó en Qatar, que entendía el presidente podía darle un aire nuevo al club.

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El nombramiento de Erik Bretos para ocupar su puesto representa una apuesta coherente y llena de sentido común. Nadie como él conoce a Olabe después de siete años trabajando codo con codo a su lado y puede dar continuidad a un proyecto que está muy vivo. Aunque siempre ha estado en la sombra, lo cierto es que como responsable de la unidad de reclutamiento ha tenido un peso muy grande en los fichajes de los últimos años, para los que ha demostrado mucho olfato.

Buen conocedor del fútbol guipuzcoano, le puede faltar la experiencia en etapas formativas y como entrenador que tenía Olabe, que tomó las riendas del primer equipo en la temporada 01/02, puso las bases de Zubieta XXI en los tres años que estuvo de director deportivo (02/05) y traía una experiencia previa como futbolista profesional que siempre ayuda. Pero una de sus cualidades es que es muy listo y aprende rápido, como lo demuestra que vaya a ser director de fútbol con 35 años. En la Real, la discreción, el trabajo y la capacidad siempre han sido virtudes muy valoradas. Y Bretos las tiene.

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