Real Sociedad

Mikel Oyarzabal - Alexander Isak, un soplo de aire fresco

El estreno de España y Suecia ha dejado la misma conclusión: los dos jugadores de la Real reclaman más minutos en sus selecciones

Álvaro Vicente

San Sebastián

Miércoles, 16 de junio 2021, 07:06

No coincidieron en el terreno de juego. Mikel Oyarzabal (Eibar, 1997) fue el mejor jugador de los que salieron desde el banquillo y Alexander Isak (Solna, 1999) el mejor de los titulares que acabaron en el banquillo antes del minuto noventa. A ... los jugadores de la Real Sociedad se les vio. Fueron protagonistas. Uno más que otro. Los dos dieron continuidad a la sobresaliente temporada realizada por la Real.

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A Oyarzabal le bastaron 23 minutos en el estreno ante Suecia para confirmar que hay pocos que entiendan mejor que él lo que requiere un partido en cada momento. Fue saltar al terreno el capitán de la Real, allá por el minuto 76, y ver que algo podía pasar cuando él entraba en juego. Cada balón que tocó lo entregó con sentido en posiciones adelantadas próximas a la banda izquierda, donde se encontró con Jordi Alba, y no estuvo lejos de marcar si Gerard Moreno hubiera visto que Oyarzabal entraba al segundo palo y hubiera dejado pasar la oportunidad de remate con la cabeza de que dispuso el delantero del Villarreal.

Lo de Isak fue otra cosa. Diferente. Un verso libre. Un dolor de muelas para cualquier central habituado a no salir de su zona. El ariete de la Real no paró un minuto. Primero a una banda, luego a la otra. Siempre con la portería de España en la cabeza. El gol hubiera sido un buen premio para él, pero Marcos Llorente sacó su remate en la línea de gol en la primera parte. Su despliegue físico y técnico, con regates imposibles entre una nube de rivales, merecieron otro final. Nunca la sustitución en el minuto 68.

No lo escribimos nosotros. En Suecia están que trinan. La Prensa que sigue a la selección denuncia que el partido ante España podía «haber acabado aún mejor si Isak no hubiera sido cambiado de forma errónea», que la sustitución de su delantero referencia dejó a Suecia «sin opciones de ganar» y que el movimiento del seleccionador es desde el lunes «uno de los misterios del fútbol». De nada sirve la explicación del entrenador cuando en la rueda de prensa posterior al partido justificó el cambio porque «tenía la sensación de que necesitábamos más frescura arriba, más energía». Suecia se ha echado en brazos de Isak ante la ausencia de Ibrahimovic. Ven en él el faro para avanzar en el torneo al tiempo que su cotización sigue subiendo. Costó 6,5 millones de euros hace dos años a la Real y su valor de mercado actual es diez veces superior. El viernes ante Eslovaquia se clarificará algo de su futuro inmediato. Si sigue luciendo en el escaparate o queda en un segundo plano.

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Un día después, en el España-Polonia, Oyarzabal podrá confirmar si concreta el sorpasso, del banquillo a la titularidad, si el desgaste físico con el que llegó a la concentración de la selección es pasado y está en disposición de ser el extremo o falso nueve en el que tanta confianza tiene el seleccionador para poner una pica en el camino hacia los octavos de final.

Luis Enrique ya sabe lo que puede esperar de él: profundidad, buenos balones al corazón del área, firmeza y sacrificio. Porque a Oyarzabal no le tiembla el pulso. Ni siquiera en su entreno en un torneo continental absoluto. El capitán de la Real tiene tanto aplomo que asusta. Un cuarto de hora le sirve para decirle al seleccionador que puede contar con él. Bien saliendo desde el banquillo o en el once de inicio. Siempre va a sumar. No solo en ataque. También en defensa porque ante Suecia era el primero que quería recuperar el balón, el que presionaba como si no hubiera un mañana. Es una estrella que baja al barro si hay que hacerlo porque eso es lo que quiere Luis Enrique y lo que quiere Imanol en la Real: recuperar arriba, cuanto antes mejor, para embotellar a los rivales. Es el camino para que lleguen los goles.

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¿Jugará ante Polonia? La conexión que ha encontrado con Jordi Alba puede reforzar esa posibilidad. Oyarzabal y la profundidad que ofrece el lateral del Barcelona también en la selección puede darle muchos réditos a España en un partido, el de Polonia, que no diferirá mucho del jugado ante Suecia con un rival refugiado atrás en el que hará falta explotar las bandas.

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