El árbitro noruego Rohit Saggi DV
Europa League

El noruego Rohit Saggi, otro árbitro sin experiencia para el Maccabi-Real al que conoce Barrene

Tiene 32 años y su currículum sólo contempla siete partidos entre Champions, Europa League y Conference

Ángel López

San Sebastián

Martes, 22 de octubre 2024, 10:38

Se llama Rohit Saggi, es noruego, apenas tiene experiencia en Europa y ha sido designado para dirigir el encuentro que enfrenta a la Real Sociedad con el Maccabi de Tel Aviv israelí este jueves (18.45 horas) en Belgrado, en la cancha del Partizán. Es ... el tercer colegiado novato que le asignan a la escuadra txuri-urdin en esta liguilla de la Europa League tras el danés Morten Krogh, el que pitó el penalti por agarrón de Pacheco en Niza a instancias del VAR, y el rumano Marian Barbu, el que no quiso suspender el partido ante el Anderlecht pese a los terribles incidentes protagonizados por los ultras belgas en Anoeta.

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Un partido de Champions League, tres de Europa League y uno de Conference es el escuetísimo bagaje que contempla el currículum de este trencilla escandinavo de 32 años, que será auxiliado en las bandas por sus compatriotas Morten Jensen y Anders Olav y en el VAR por el también noruego Tom Harald Hagen. Este curso pitó el Bolonia-Shakhtar Donetsk (0-0 y seis amarillas) de la Liga de Campeones y el año pasado, tres encuentros de la liguilla de la Europa League. En partidos de selecciones, su expediente sólo contempla un Gibraltar-Suecia y un Chequia-Islas Feroe, de clasificación para la Europeo.

Barrene y otro rival israelí

La nota curiosa es que hay un jugador de la Real que ya ha jugado bajo la dirección de este árbitro noruego y contra un equipo israelí. Se trata de Ander Barrenetxea que, junto a Roberto López, participó en un encuentro que la selección española Sub-21 jugó y ganó ante Israel (3-0) en 2020 con tantos de penalti del mediapunta maño ahora en el Leganés y del extremo donostiarra txuri-urdin en Marbella.

No tiene por qué ser un choque complicado para Saggi considerando que apenas tendrá presión ambiental. El partido se disputa en el exilio serbio de Belgrado, a casi 3.000 kilómetros de Israel por la escalada bélica que se vive en el país hebreo.

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