Houston, tenemos un problema

'Houston tenemos un problema', es una popular cita de uno de los astronautas del accidentado viaje del Apolo 13 después de ver una luz de advertencia. En el derbi, uno de los problemas fue Raúl Navas.

Un dilema embargó a Eusebio durante la semana. El técnico pucelano se fue a dormir el martes, al menos es lo que contaron los compañeros que acuden a Zubieta, con dos nombres centelleándole en el cerebro: ¿Aritz Elustondo o Raúl Navas? Podía parecer que era precipitado que Aritz jugara desde el inicio, pero algo le empujaba a Eusebio a hacerlo... Sin embargo, al final se decidió por Raúl Navas y el defensa andaluz fue protagonista de los dos goles de broma que dieron al traste con cualquier posibilidad de puntuar, aunque Willian José estuvo cerca al final...

Imagino que todos ustedes conocen la historia de Raúl Navas (Sevilla, 1988), un defensa que tiene cautivado al técnico por su templanza y su serenidad. Navas jugó en el juvenil del Sevilla y llegó a debutar en Primera con el Valladolid en la 2009/10, pero hace cuatro temporadas no tenía equipo.

Fue el Eibar quien le rescató cuando quedaban cuatro horas para que se cerrara el mercado en 2012. Aquel año Raúl Navas se apuntó al equipo de la AFE para jugadores en paro... y en Ipurua encontró la catapulta que buscaba (formó junto a Albentosa una de las mejores parejas de centrales de la Segunda división). Así las cosas, la Real le fichó por cuatro temporadas aunque el primer año le cedió al Eibar. Navas regresó al año siguiente a la Real pero una pubalgia, intervenciones incluidas, le hizo pasarse toda la temporada pasada en blanco...

La lógica invitaba a pensar que la Real buscaría una nueva cesión para él, pero en la pasada pretemporada convenció a Eusebio. Tanto, que el técnico realista no tuvo inconveniente en decir que no necesitaba al mexicano Diego Reyes y en sentar consecutivamente a Mikel González (al parecer no le inspira confianza) y a Aritz Elustondo (curiosamente a este último le había lanzado al estrellato la temporada pasada).

Raúl Navas tuvo una mañana horribilis en Ipurua (no solo él) y en San Mamés la lió. Sí que en Anoeta frente a Las Palmas y contra el Betis estuvo aseado, pero ninguno de los dos equipos le exigió. Así que hay motivos para preocuparse. Eusebio dice que tiene una plantilla inmejorable, pero aquí hemos dicho que no nos gusta cómo defiende la Real. En Eibar nos dieron un aviso... y San Mamés fue la confirmación de la dificultad que tiene la Real para salir con el balón desde atrás (no solo Navas...) Lo digo porque el Athletic adelantó sensiblemente la línea de presión a partir del 0-1 y la Real tomó excesivos riesgos por salir con el balón jugado, no hubo plan B, y pasó lo que pasó.

El único de la defensa que se salvó, y con nota, fue Iñigo Martínez. Qué casta. Cuánto me gustó que parara los pies al provocador Aduriz. Viéndo a Iñigo me acordé de lo que hablaban Jorge Valdano y un periodista en el vestíbulo de un hotel de Bogotá donde estaba concentrada la selección argentina. «Era la hora de comer y por la escalera del fondo aparecieron los jugadores rezagados. Mira Passarella, ninguno baja las escaleras como él», le dijo el periodista a Valdano. En esta Real nadie 'baja las escaleras' como Iñigo Martínez.