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El primero de los tres mundialistas de la Real ya está de vuelta. Álvaro Odriozola (San Sebastián, 1995) aterrizó ayer en el aeropuerto de Madrid junto al resto de la expedición española después de quedar fuera del Mundial, y ahora se tomará unos ... días de descanso antes de incorporarse a los entrenamientos, salvo que en los próximos días el Real Madrid termine echando la red sobre el jugador y el programa establecido en Zubieta salte por los aires.
Por el momento nadie sabe nada -o eso es lo que se dice entre bambalinas- respecto a las posibilidades que existen de que Odriozola termine vistiendo la camiseta del Real Madrid. El presidente blanco, Florentino Pérez, y el nuevo entrenador, Julen Lopetegui, siguen sin descubrir sus intenciones. Y el jugador y quienes llevan su representación desde Madrid también se encogen de hombros cuando se cuestiona por esta posibilidad. Dicen estar al margen de cualquier rumor y apuntan que el único pensamiento del protagonista es estar disponible para Asier Garitano en el primer partido de Liga.
En la planta noble de Anoeta, más de lo mismo. El presidente Jokin Aperribay sigue desmintiendo públicamente que el club blanco se haya puesto en contacto con la Real para transmitirle su intención de abrir negociaciones: «No nos ha llamado nadie por Odriozola y si no nos ha llamado nadie, es que no nos ha llamado nadie y no hay más».
De lo poco que se sabe, lo publicó este periódico en los primeros días de junio, es que tres importantes clubes se han acercado al entorno de Odriozola para preguntar por su situación contractual y hacer una estimación de lo que supondría afrontar su fichaje. Son el Atlético de Madrid, el Paris Saint Germain y el Mónaco. Nada más. Esos clubes que han contactado con su entorno simplemente han recopilado información, no han dado ningún paso más.
La Real y el entorno del jugador se remiten al contrato, hasta 2022 con una cláusula de rescisión de 40 millones. Y se apunta que su precio de mercado, por más que no haya jugado ningún minuto en el Mundial, sigue siendo alto. El portal Transfermarkt sigue situando su valor en 25 millones, como antes de iniciarse el Mundial. Su cotización no ha bajado pese a ser uno de los seis futbolistas (Kepa, Reina, Monreal, Azpilicueta, Saúl y Odriozola) que no ha pisado el césped con el seleccionador.
Fernando Hierro ha tirado por la vía más fácil ante la ausencia por lesión de Carvajal, la de apostar por jugadores del Real Madrid que no iban a despertar críticas. En el primer partido ante Portugal optó por Nacho. Ante Irán y Marruecos recuperó a Carvajal, que salía de la lesión muscular que le hizo retirarse de la final de la Champions. Desde ese día no había jugado un partido de máximo nivel y su rendimiento, como podía esperarse, fue muy bajo. Pero ni por esas, por más que Odriozola podía ser una buena solución para partidos atascados, el seleccionador volvió a tirar de Nacho en el choque ante Rusia. Con tan mala suerte que éste acabó lesionado.
La no participación de Odriozola en el Mundial limitaría a priori las opciones de recalar en un grande como el Real Madrid, ya que hoy no tiene la misma prensa que hace unos meses. Además, Nacho ha confirmado que más o menos puede cubrir cualquier ausencia de Carvajal. El problema para la Real es que su principal valedor en la selección, el entrenador que le incluyó en la lista de veintitrés, es ahora el entrenador del Real Madrid y su confianza en Odriozola es la misma que antes del Mundial, cuando fue el lateral que rompía la defensa rival con su velocidad por banda y que incluso llegó a marcar un gol en el último amistoso.
En Madrid se ha escrito que la llegada de Odriozola supondrá la salida del marroquí Achraf Hakimi, que ha jugado durante una fase de la temporada en que Carvajal ha tenido problemas. El marroquí, a sus 19 años, necesitaría tener más minutos y regularidad.
Odriozola no ha variado su discurso, ajeno a cualquier movimiento. Cada vez que se le ha preguntado por el Real Madrid ha tachado de «especulaciones» y «anécdotas» las informaciones que le situaban fuera de la Real Sociedad. En la última entrevista en este periódico, el 3 de junio, hablaba maravillas de Asier Garitano y solo se veía vestido de txuri-urdin en la próxima temporada: «Es un excelente entrenador, lo ha hecho fenomenal en el Leganés y es como para aplaudir su trayectoria. Seguro que en la Real lo va a hacer de maravilla y nos va a ayudar».
Una vez terminado el Mundial, el donostiarra vuelve con la misma idea. Quiere tomarse unos días de descanso antes de sumarse al equipo y no renuncia a volver más pronto que tarde a jugar un gran torneo con la absoluta. Es lo que trasladó ayer en las redes sociales: «Nos caemos para aprender a levantarnos. Nos hubiera gustado acabar más tarde, pero esto es fútbol. Gracias a todos por vuestro apoyo durante todo el Mundial. Volveremos con más fuerza que nunca muy pronto».
Él está llamado a ser uno de los jugadores fijos de la selección en los próximos años junto a los Asensio, Kepa, Saúl, Carvajal, Koke, De Gea... En sus pies, y también en sus manos en el caso de los porteros, está el porvenir de la selección. A ellos se deberían sumar otros realistas como Oyarzabal e Illarramendi.
Su continuidad en la Real permitiría cubrir con plenas garantías el puesto de lateral derecho en el que Garitano tendría al propio Odriozola y a Zaldua, más la posibilidad de Aritz, que podría alternar con el puesto de central. El canterano Gorosabel, que va a hacer la pretemporada con el primer equipo, podría salir cedido si se diera esta situación.
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