La Real Sociedad busca portero para sustituir a Mathew Ryan

Su deseo de disponer de una continuidad que aquí con Remiro no iba a tener ha acabado por imponerse, a pesar de que tanto Olabe como Imanol contaban con él. Este periódico ya adelantó el pasado 31 de mayo que Ryan quería jugar más, que no estaba dispuesto a seguir otro año más en el banquillo y que habría que estar atentos a su situación.

El propio Olabe tuvo que responder en su comparecencia para hacer balance de la pasada temporada a varias preguntas sobre el australiano. Su respuesta arrojó algo de luz para entender la situación: «Planteamos tener competencia en la posición y ha demostrado una profesionalidad muy alta acatando una situación que no es sencilla. Está preocupado por su carrera porque no ha jugado. Si podemos elegir, queremos que se quede. Es muy importante la voluntad de los jugadores, pero Mathew tiene contrato en vigor».

El 'socceroo', que este lunes se despidió de la plantilla tras el entrenamiento en Zubieta y viajó hasta Dinamarca para someterse al reconocimiento médico, no ha engañado a nadie. Llegó a Donostia hace un año por el mismo motivo por el que ahora se va: quería jugar más. Fue indiscutible en el Brighton entre 2017 y 2020 pero perdió el puesto en la 20/21 y pidió salir. Esa circunstancia hizo que la Real no tuviera que pagar nada por su fichaje, por lo que ahora le puede quedar una plusvalía de hasta 750.000 euros por una operación que no deseaba pero que se ha visto obligada a aceptar. Al menos, en lo económico no sale mal parada.

Con su llegada en agosto de 2021 el club quería aumentar la competencia del puesto. El curso anterior Moyá, un portero de excelente trayectoria, había estado varios meses de baja por una lesión en la rodilla y Remiro tuvo que aguantar toda la temporada sin tener un percance. Y por medio hubo una final de Copa. Para evitar que se volviera a repetir, en Anoeta decidieron contar con dos guardametas que se disputaran la titularidad en igualdad de condiciones.

Casualidad o no, el meta navarro completó su mejor campaña en Donostia reafirmando su condición de indiscutible, aunque Imanol puso a Ryan en nueve partidos oficiales. En la Liga le dio la alternativa en los triunfos en Granada (2-3) y Balaídos (0-2) y ante el Villarreal en Anoeta (1-3). El partido que realizó en Vigo resultó antológico con paradas de auténtico mérito que cortaron las alas al Celta.

En Copa participó en los trámites contra el Pulido (0-4) y el Zamora (0-3) y en la victoria ante el Leganés (2-3), eliminatoria que estuvo bastante más igualada. En Europa fue donde jugó los partidos de mayor prestigio, ya que lo hizo en Mónaco y en la eliminatoria completa ante el Leipzig.

Ryan regresó a los entrenamientos el pasado 14 de julio y no ha podido participar en los amistosos por una tendinitis en la rodilla que habrá que ver si le impide jugar la semana que viene ante el Trabzonspor. Su llegada al Copenhague se ha visto favorecida por la lesión del meta titular Kamil Grabara, que hace dos semanas se rompió el pómulo ante el Aalborg y estará cerca de dos meses de baja. El club buscaba un guardameta de garantías para la decisiva eliminatoria de Champions y ya lo tiene.

La Real era consciente desde hace meses del deseo de Ryan, otra cosa es que terminara de concretarse en una oferta que conveniese a las dos partes. Por tanto, su salida no ha pillado de sorpresa a nadie y los técnicos tienen peinado el mercado. Ahora lo que queda es saber lo que costaría una posible incorporación. Remiro es indiscutible y el club tampoco va a hacer un gran desembolso por alguien que se pase el año en el banquillo. La opción de quedarse con dos porteros, con solo Zubiaurre cubriéndole las espaldas no parece que sea la más probable, pero tampoco habría que descartarla.