La Real Sociedad ha aprendido a adaptarse a las circunstancias a lo largo de una temporada que arrancó aquel lejano 15 de agosto en el Camp Nou y que pondrá el punto y final el domingo. Las lesiones han vuelto a entorpecer la trayectoria ... del cuadro txuri-urdin y pocos son los jugadores que no han pasado por la enfermería en algún momento. Incluso hay dos futbolistas que se han pasado el curso en blanco –Monreal y Carlos Fernández–. Pero hay dos contratiempos que han trastocado la planificación de Imanol por encima del resto. El primero es la lesión de Barrenetxea el 2 de enero en Mendizorrotza, que le deja fuera de los terrenos de juego para lo que queda de campaña. El segundo, y más importante, es la baja de Mikel Oyarzabal al lesionarse en un entrenamiento en Zubieta a mediados de marzo. El eibarrés se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y dijo adiós al 2022.
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Tocaba reinventarse después de perder a dos jugadores que acostumbran a ocupar la misma demarcación en el costado izquierdo. La Real se quedaba con tan solo dos jugadores naturales de banda por culpa de estos desgraciados reveses, Januzaj y Portu, además de los potrillos Djouahra y Ander Martín. El primer partido sin Oyarzabal fue el del Sánchez Pizjuán e Imanol Alguacil no modificó el esquema. Tampoco en la siguiente jornada en Anoeta para recibir al Espanyol, en la que ya incluyó juntos de inicio a Rafinha y Silva en el medio y a Sorloth e Isak en ataque, aunque el sueco se posicionó escorado a un lado. Era la antesala de lo que iba a llegar en el siguiente encuentro en el Martínez Valero.
El técnico de Orio varió el dibujo y pasó a formar con un sistema 1-4-4-2 contra el Elche, en vez de utilizar el habitual 1-4-3-3. La puesta en escena fue rompedora, sin jugadores de banda, pero con mucha presencia por dentro de futbolistas de categoría como Zubimendi, Merino, Rafinha y Silva. Como referencias arriba, Isak y Sorloth a la misma altura.
Ese rombo mágico no se ha movido en las últimas nueve jornadas y se ha convertido en el sostén del éxito de la Real en la recta final del curso. Ahora la duda radica en saber si Imanol continuará con este dibujo el próximo curso, hasta que pueda recuperar a Oyarzabal por lo menos. Todo dependerá de los futbolistas que disponga. Roberto López Ufarte, histórico componente de la Real campeona de los 80 tampoco lo tiene claro y expresa convencido que «siempre hay que amoldarse a lo que se tiene en cada momento».
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López Ufarte sabe de lo que habla. Mostró su enorme potencial como extremo izquierdo en aquel conjunto comandado por Alberto Ormaetxea. «Nosotros también jugábamos en un 1-4-3-3 conmigo en banda, aunque al final jugué también un poco más libre en el centro con dos jugadores en punta», recuerda. «Debido a la baja de Oyarzabal ahora el equipo se encuentra muy a gusto jugando con un 1-4-4-2 en rombo en el que se da libertad a un jugador importante en el centro del campo como Silva», explica López Ufarte, y añade también que «los de fuera no tenemos nada que decir, el que mejor conoce a los jugadores es Imanol».
El exrealista considera que «no hay que volverse loco y decir que hay que jugar siempre con el mismo sistema». Además, da la razón a Imanol para variar el esquema «si piensa que otro sistema le puede venir bien en un momento determinado». «Siempre se dice que por fuera es mucho más fácil entrar que por dentro, donde hay más acumulación de gente, por eso las bandas son muy importantes, pero si no tienes jugadores de ese perfil o tienes pocos hay que adaptarse a lo que hay», reflexiona.
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El legendario futbolista de la Real Sociedad no cree que estén en peligro de extinción los jugadores de banda que buscan constantemente el regate, aunque sí opina que «el fútbol ha cambiado en todos los sentidos». «Ahora los jugadores son más fuertes. Antes regateabas a tu contrario y casi podías llegar a la portería, ahora hay muchas coberturas, hay muchos estudios del contrario. Creo que el regateador siempre va a existir, pero no se puede intentar regatear a cinco rivales», avisa.
Por último, López Ufarte se declara «muy de Januzaj y Silva», a pesar de que el belga es uno de los grandes damnificados por el rombo. Pero el exfutbolista insiste: «Januzaj tiene que estar preparado para jugar en cualquier sistema que elija Imanol». La Real ha aprendido a ganar sin bandas para repetir clasificación europea, a volar sin alas.
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