Hay un refrán muy sabio que habla de la habilidad del ser humano para ver la paja en el ojo ajeno y no percibir la viga en el propio. Eso hace que, a menudo, nos quejemos de ciertas circunstancias cuando nos son adversas y las ... obviemos cuando son favorables. Algo parecido le está ocurriendo al Mirandés, que parece olvidar el mayor descanso del que ha disfrutado en la presente edición de Copa respecto a sus rivales y ahora pone el grito en el cielo porque la Real Sociedad disputará su partido previo a Anduva el viernes y ellos el domingo por la mañana.
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Su presidente Alfredo de Miguel afirmó en la madrugada de ayer en los micrófonos de COPE que «este partido es histórico para el Mirandés y se quiere beneficiar a la Real Sociedad con 48 horas más de descanso. A nosotros nos perjudica muchísimo y adultera la Copa del Rey». Palabras mayores.
Lo cierto es que un repaso a los números de la actual edición de la Copa no admite comparación entre quién ha salido beneficiado y quién perjudicado con los horarios de Copa y el tiempo que han tenido para preparar los partidos de esta competición. Ambos conjuntos han disputado seis encuentros, cinco eliminatorias y el de ida de semifinales, y el balance es bastante desigual. Mientras el Mirandés ha disfrutado de 112 horas más de descanso que sus rivales, casi cinco días, la Real Sociedadha tenido 82 horas menos que sus adversarios, tres días y medio. A Alfredo de Miguel se le ha escapado este dato al hablar de que la Copa está adulterada.
Ante el Coruxo no dijo nada. El Mirandés se enfrentó en la primera eliminatoria al Coruxo de Segunda B el martes 17 de diciembre a las 16.00 horas cuando el conjunto gallego venía de jugar el domingo por la mañana, solo dos días antes. El conjunto burgalés, que lo había hecho el sábado ante el Huesca, dispuso de un día más, algo fundamental en tal corto espacio de tiempo y que resultó determinante al llegarse a la prórroga. Merquelanz marcó el gol definitivo (4-5) en el minuto 119. Nadie dijo nada.
En la segunda ronda también dispuso de un día más descanso que el UCAM Murcia y en dieciseisavos disfrutó de ocho días para preparar el partido ante el Celta, por cuatro de los vigueses. Eso fue así porque su partido anterior de liga ante el Zaragoza se suspendió, pero en caso de haberse celebrado en el horario acordado, habría dispuesto también de un día más, porque era en sábado y el Celta jugó en Bilbao en domingo. Nadie dijo nada.
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Contra el Sevilla, en octavos, ha sido la única ocasión en la que ha tenido un día menos de descanso que el rival, aunque al jugarse la eliminatoria en jueves dispuso de cuatro días y medio para prepararlo, ya que jugó en Málaga un domingo al mediodía. Frente al Villarreal y la Real, en la ida de semifinales, el tiempo de preparación ha sido el mismo que el del contrario.
Contra Osasuna y el Madrid. La Real Sociedad tuvo un día menos que el Ceuta en la segunda eliminatoria del torneo, pero el caso más sangrante fue el de octavos frente a Osasuna (miércoles 29 de enero), cuando dispuso de dos jornadas menos de descanso. El cuadro navarro jugó en viernes y el txuri-urdin, el domingo por la tarde. Cuando inicialmente la Federación propuso jugar el martes, desde Anoeta se protestó porque no pasaban las 48 horas reglamentarias entre dos partidos, no porque Osasuna tuviese dos días de descanso, como hace ahora el Mirandés con la Real Sociedad. De hecho, peleó porque el partido fuese el miércoles y no el jueves, lo que en teoría habría beneficiado a los de Imanol, porque el jueves había huelga general y existían problemas en el despliegue de seguridad. Nadie dijo nada entonces.
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Tampoco cuando hubo que visitar el Bernabéu el jueves 6 de febrero con un día menos de recuperación que el Real Madrid, que jugó en casa el derbi ante el Atlético el sábado a las cuatro mientras la Real Sociedad visitaba Leganés al día siguiente.
Un problema de la Federación. Alfredo de Miguel habla de «cabezonería de LaLiga» por no querer adelantar el horario del Mirandés, pero en este caso el organismo que dirige Tebas ha sido el único que ha estado a la altura de las circunstancias. LaLiga estableció los horarios de la jornada 26 el pasado 3 de febrero, tres días antes de que se disputaran los encuentros de cuartos de final. Y la Real jugaba en el Bernabéu, así que nadie pensaría en favorecerla cuando le pusieron su partido ante el Valladolid el viernes 28 de febrero. Es de cajón. Ha sido una coincidencia que, en este caso, le ha beneficiado. Como le perjudicó ante Osasuna y Real Madrid. Lo que no hizo LaLiga fue anunciar los horarios de la jornada 27 hasta que la Federación no pusiera los suyos de vuelta de semifinales de Copa.
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Y aquí es donde falló Rubiales, que podía haber programado perfectamente el Granada-Athletic para el miércoles 3 de marzo y el Mirandés-Real para el jueves 4. Con todo, el conjunto burgalés tiene tres días y medio para preparar el enfrentamiento ante la Real Sociedad, ya que juega el domingo a las 12.00 contra el Girona en Anduva y la Copa se juega el miércoles a las 21.00 horas. Ya hubiera querido el Coruxo tener tanto tiempo para afrontar su partido ante el Mirandés en diciembre, ¿verdad señor De Miguel?
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