Real Sociedad-Mallorca

La Real solo quiere depender de sí misma

No hay ánimo de revancha para Imanol. Asegura que vive del presente y que poco importa el pasado, aunque fuera doloroso. En realidad, a través de esa filosofía ha construido la Real actual. Sin reparar demasiado en lo logrado. Seguramente sea el verdadero secreto para encadenar cinco clasificaciones consecutivas a Europa.

La Real se mide al Mallorca, rival directo para poder continuar la próxima temporada el viaje continental, aunque para Imanol el mayor adversario siempre ha sido uno mismo. La propia Real. «Si jugamos y competimos como sabemos estaremos más cerca de la victoria». Es una de sus frases más repetidas este lustro. Prefiere centrarse en sus jugadores. La confianza en la capacidad de los suyos es total. Ante cualquier contrincante.

La Real de Imanol siempre ha dependido de sí misma. Incluso cuando los números clasificatorios hayan podido decir lo contrario. Hace dos jornadas decíamos que la Real, decimosegunda, no lo iba a tener sencillo para repetir billete europeo, pero no ha habido que esperar demasiado para volver a verla instalada en posiciones que dan acceso a Europa. Como si el orden natural de los acontecimientos le hubiera colocado de vuelta en su hábitat natural.

Las victorias ante el Valladolid y Las Palmas eran más peliagudas de lo que aparentaban a ojos de la clasificación. Antes y después de la vuelta de las semifinales de Copa contra el Real Madrid. La Real ha respondido y ni mucho menos ha transmitido la sensación de que la eliminación europea o copera precipitase el final de la temporada. Todo lo contrario. La impresión es que el equipo reclama su turno. Que es hora de divertirse.

En estos momentos se permite hasta golear, pese a los evidentes problemas que ha demostrado a lo largo del curso para ver puerta. Once tantos en los últimos cuatro encuentros muestran la cara oculta del equipo esta campaña.

Los realistas disimulan muy bien el cansancio y hoy tratarán de enlazar la tercera victoria seguida en Liga, una alegría que no ha experimentado aún en las treinta jornadas anteriores. Imanol recupera para la causa a Brais Méndez y Pacheco, aunque puede ser que la cita llegue demasiado pronto aún para ambos. Los potrillos Goti, recién renovado hasta 2028, y Beitia completan las novedades de la lista.

Becker, Zakharyan, Zubeldia, Aguerd y Odriozola son bajas por lesión. En los últimos días se daba por segura la primera titularidad en Liga de Jon Martín ante la ausencia de los centrales titulares, pero también por sus buenos minutos en Las Palmas, pero la entrada de Pacheco mantiene la incertidumbre. Imanol lo ve preparado y puede ser su momento.

Todo hace indicar que el oriotarra formará con Remiro bajo palos, Aramburu y Aihen en los laterales y Martín o Pacheco como acompañantes de Aritz en el centro de la defensa. Zubimendi, Sucic y Marín parecen fijos en la medular, mientras que Barrenetxea, Kubo y Oyarzabal compondrán el trío atacante.

Si la dinámica de la Real es ascendente, la del Mallorca da muestras de lo contrario. Aún escuece en Palma la derrota ante el Celta de la pasada jornada en casa, que sumada al tropiezo de la semana anterior en Valencia le han apartado de los puestos europeos. El conjunto bermellón llegará herido al Reale Arena y con bajas significativas por lesión.

Jagoba Arrasate no podrá contar con Muriqi, la gran referencia en la delantera, pero tampoco con Asano ni Robert Navarro, tres de los hombres más importantes en el esquema ofensivo del conjunto bermellón. El exrealista no regresará a Donostia tras su controvertida salida del club el pasado verano. El centrocampista Morlanes también se pierde el choque por problemas físicos. Europa está en juego y la Real quiere seguir dependiendo de sí misma.