Una remodelación por culminar

El exponencial crecimiento de la Real requería un estadio de fútbol a la altura, que a su vez le ha impulsado al club a otra dimensión. La remodelación del Reale Arena, que terminó en 2019, ha cambiado la percepción de afición fría y silenciosa que ha tenido siempre la txuri-urdin desde que dejó Atotxa allá por 1993 y ya no es agradable para el rival visitar Donostia. La ampliación del aforo en unas 8.000 localidades, tras la retirada de las pistas de atletismo, fue un movimiento estratégico. Sin embargo, las obras continúan y el Reale Arena será todavía mejor en el futuro.

Las grúas van a seguir formando parte del día a día en el coliseo donostiarra los próximos años. La fachada está sin terminar y los aledaños siguen en fase de remodelación. En los días más grandes, suele haber atascos en los accesos. Además, Donostia es una de las posibles sedes que maneja la Federación Española de Fútbol para albergar el Mundial 2030. El requisito que le falta por cumplir es el de tener capacidad para 40.000 espectadores. Cuando se hizo el primer diseño del estadio, esta opción ya estaba contemplada y no supondrá una obra complicada. La licencia de obra está en fase de tramitación y se espera que resuelva a la mayor brevedad. Como tarde, se espera que la obra arranque a finales de este mes. El objetivo es que la reforma esté concluida para el inicio de la Liga, programado para el 15 de agosto.

Los cerca de 1.700 asientos se añadirán a través de dos actuaciones. La primera, en las cuatro esquinas del anillo superior, en lo que es ahora un espacio diáfano que está sin construir y en el que se levantarán 1.165 asientos: 980 como consecuencia de la ampliación de esas esquinas, 80 por la igualación de los vomitorios y 105 al rellenar los huecos que están ahora sin cubrir. Por otro lado, el resto de las localidades se ganarán en las zonas superiores de las dos gradas centrales. En el de la tribuna Este, la más próxima al bar Xanti, se obtienen 275 localidades más, mientras que en la opuesta, la tribuna Principal, se suman otras 250. En total son 1.690 asientos. Esto supondrá que la Real pueda ampliar el número de socios, que ahora mismo está congelado porque no cabe más gente. Son casi 5.000 aficionados realistas los que están en lista de espera.

El Reale Arena es la joya de la corona de la Ciudad Deportiva de Anoeta. Ahora mismo es un oasis, puesto que es la única instalación que ha sido remodelada en los últimos años. Sin embargo, las instituciones confían en que sea el eje sobre el que gire toda la remodelación del resto de infraestructuras de su alrededor.

La mejora de los aledaños del campo de fútbol tendrá un impacto positivo en el Miniestadio, en el Atano III y en el polideportivo Paco Yoldi, que también se encuentra en la zona. Ahora mismo, casi todos los esfuerzos se los lleva la puesta a punto del Reale Arena. Cuando finalice la obra, podrán arrancar las del resto de la Ciudad Deportiva de Anoeta.