Tenemos que darle mérito a lo conseguido por el equipo ante Osasuna. Estar entre los cuatro mejores de la Copa tiene que ser motivo de ... alegría. El partido frente a los rojillos nos dejó un gran sabor de boca porque tras un inicio dubitativo el equipo sacó de inicio la agresividad que demandaba la ocasión. Vimos acciones preciosas, con intervención de los tres delanteros, a los que veo muy enchufados. Repetiría con los tres arriba esta tarde porque cuando hay desequilibrio llegan las ocasiones y los goles, que falta hacen en Liga.

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Antes del partido ante Osasuna me rondaba por la cabeza que es posible conseguir tres victorias en tres competiciones diferentes en siete días, y es algo necesario para el devenir del equipo porque nos daría alas para todo lo que viene.

Enfrente estará el Espanyol que hizo un gran partido ante el Real Madrid y no quieren bajar de categoría, aunque es un encuentro para ganar. Los pericos creen ahora en la salvación y están con la moral tan alta como nosotros. Será un rival correoso y agresivo y querrán hacer buenos los tres puntos. Que no esté Romero, el de la patada a Mbappé, es un alivio, también Urko que tiene buen pie. Nosotros tenemos las bajas de Aihen y sobre todo Zubeldia, que se notará, pero Imanol dispone de Aritz o Pacheco, que están preparados. Uno es más defensivo y el otro más jugador, sobre todo con balón.

No veo un partido fácil porque ellos tienen jugadores rápidos y le han dado la vuelta a una situación que parecía irreversible. La Real tiene que salir con la misma intención que lo hizo contra Osasuna, jugando con los extremos y que la medular nutra a la gente de ataque. Oyarzabal está en buena línea de juego y a los chavales hay que darles tiempo, tanto a Jon Martín como a Óskarsson.

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Hay que buscar situaciones cómodas para los chavales. Yo siempre apuesto por los jóvenes, pero los veteranos tienen que dar un paso adelante. Antes las plantillas eran de 18, pero jugábamos 13. Les echábamos una mano. Ahora no es sencillo salir y dar el do de pecho y soy partidario de no ser duro con este tipo de futbolistas. Salga quien salga, es un partido para ganar para que los equipos que están por delante no se marchen demasiado.

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