Se escapan dos puntos de Anoeta

El partido tuvo un inicio frenético. En el primer minuto Ahien mandó el balón al palo y al siguiente Kubo forzó el penalti que transfomó en gol Oyarzabal. La Real no se conformaba con ir por delante en el marcador, hubo varias llegadas con peligro en el área del Girona y gracias a una de ellas llegó el gol de Silva. Cuando el canario y el japonés se alían siempre pasa algo bueno para los intereses del equipo. Pero el Girona comenzó a salir de su campo, buscando hacerse con el dominio del balón. El gol de Couto les metió en el partido. Se vinieron arriba y Remiro volvió a ser providencial con una gran intervención antes de que el Girona marcase el segundo por obra de Stuani justo antes del descanso. Remiro se convirtió en el mejor defensa de la Real. Ahien y Gorosabel estaban siendo desbordados en las bandas, mientras que Le Normand y Zubeldia intentaban mantener el tipo. Zubeldia parecía cansado, lleva muchos minutos acumulados.

Tras el descanso hubo más igualdad entre ambos equipos. El partido pasó a ser un correcalles. A una ocasión de la Real le seguía otra del Girona. El empuje correspondía a los txuri urdin, pero les faltó acierto a la hora de trazar el último pase. Además, Gazzaniga ha estado muy bien, desbaratando cualquier intento de los delanteros realistas.

Desgraciadamente, la Real se salió del partido, comenzó a protestar al árbitro algunas jugadas dudosas, aunque en mi opinión ninguna de las dos me pareció penalti. Después de ir ganando 2-0 y que te empaten produce la lógica impotencia. De tener el partido dominado, con el Girona encerrado en su campo, a los jugadores les quedó la sensación de que les habían dejado vivos.

La Real volvió a tener alguna ocasión de gol en el área catalana, pero de forma aislada. Su rendimiento no fue el mismo que en la primera mitad y el Girona se dedicó a contemporizar en los últimos minutos. El empate era un buen resultado para ellos después de cómo había empezado el partido.