El Sanse también quiere estar entre los mejores

Cuánto se parece este equipo al de Imanol Alguacil. En calidad, ganas, despliegue físico y rotaciones. Porque este domingo, sin Aranbarri ni Robert Navarro -entre otros- fueron otros los que dieron un paso al frente para liderar a un Sanse que desde bien pronto entró con hambre de gol. En apenas minuto y medio de juego, Unai Veiga tuvo en sus botas el primero en un balón que llegaba desde el lado derecho y que tocaría en uno de los defensas del Laredo antes de que su disparo se marchara por encima del larguero. Era un aviso. Poco después, en el 7, una gran jugada de Ekaitz por banda izquierda tras recorrerse varios metros con el esférico conducido, acabó colocando al lateral cerca del área y el pase al hueco que intentaba terminó en córner.

Mientras tanto, el conjunto cántabro no pasaba del medio campo y sucumbía ante un Sanse con mucha presencia en zona contraria y clara dominadora de la posesión. Y uno de los premios llegó en el 17 con Ander Martín como protagonista. El centrocampista txuri-urdin recibió fuera de la bombilla y en dos toques se inventó un fuerte disparo raso con pierna izquierda contra el que nada pudo hacer el portero visitante. Ni siquiera los centrales de su equipo, quienes se quedaron mirando sin reacción. Era el 1-0.

Los de Xabi Alonso siguieron intentándolo y cuatro minutos más tarde volvieron a meter el miedo en el cuerpo del Laredo. Veiga buscó entre líneas a un destacado Martín para que éste tratara de encontrar el pase de la muerte. Anduvo listo el guardameta visitante que paró sin demasiados apuros. Se estaba gustando y mucho el Sanse, que ejecutó un despliegue físico al alcance de muy pocos equipos en esta categoría fruto de los 21,3 años de media que tiene en su plantilla.

Apuntar que la primera llegada al área realista por parte de los hombres de Manu Calleja se produjo en el minuto 36 por medio de Saúl García. De ahí al descanso el Laredo mejoró subiendo la línea de presión a tres cuartos de campo. Ya en la segunda parte, tras dos jugadas consecutivas en ambas áreas donde Sanse y Laredo pidieron penalti, llegó el tanto de la tranquilidad.

En una acción para ver repetida hasta la saciedad, González de Zárate hizo un cambio de orientación perfecto hacia banda izquierda. Allí esperaba Ekaitz, bien colocado, controló, caracoleó a varios oponentes y tras un amago colgó un caramelo perfecto con pierna derecha para que Alkain, de cabeza, rematara a placer. Era el minuto 60 y el 2-0.

Fruto de la desesperación, el Laredo empezó a cometer faltas absurdas que le costaron hasta cuatro amarillas. Aún así, los de Xabi Alonso no perdieron los nervios y continuaron regalando buen fútbol en un Zubieta sin público. En el 73, desde unos veinte metros, Alkain botó una falta que se acabó estrellando en el larguero para segundos después ser sustituido entre aplausos de sus compañeros. Y el último cambio de la Real llegó en el 88. Aguirre entró por Garrido y en apenas un minuto puso la guinda al pastel. Aldasoro asistió al delantero de Lesaka quien, tras sentar al portero, subió al marcador el 3-0 definitivo. Así las cosas, el Sanse muestra su candidatura a ocupar la zona alta de la clasificación.