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El 'gerente' comunista de la Real Sociedad
Leyendas txuri-urdin

El 'gerente' comunista de la Real Sociedad

Sebastián Ontoria defendió la camiseta txuri-urdin entre 1941 y 1955, después de caer prisionero en uncampo de concentración durante la Guerra Civil

Imanol Troyano

San Sebastián

Jueves, 4 de mayo 2023

S

ufrió una guerra, se alistó en el bando perdedor, fue enviado a un campo de concentración, sobrevivió y se convirtió en futbolista. La vida de Sebastián Ontoria hasta convertirse en jugador de la Real Sociedad da para escribir un libro o rodar una película. Llegó a jugar 375 partidos en 14 temporadas con el conjunto txuri- urdin, desde la temporada 1941/42 hasta la 1954/55. Vivió descensos, ascensos e incluso una final de Copa en 1951 ante el Barcelona. Fue el capitán de aquel equipo comandado por el legendario Benito Díaz. Su carrera quedó profundamente ligada a la figura del Tío Benito. Pero antes fue miliciano.

Ontoria, donostiarra del barrio de Amara, nació el 20 de enero de 1920, el día grande de la ciudad. Empezó a darle patadas al balón en el Escuelas de Amara, para luego jugar en el Lagun Artea antes de marcharse al Sporting de Rentería. De ahí, vuelta a Donostia para formar parte del Vasconia. Fue entonces cuando le cogió la Guerra Civil. Con 16 años decidió aparcar su sueño de futbolista. Sus convicciones comunistas le empujaron a integrarse en el Batallón Larrañaga-MAOC (Milicias Antifascitas Obreras y Campesinas).

KUTXATEKA/PACO MARÍN

Quedó enrolado en la compañía Lenin en los primeros días de la sublevación militar y en los meses posteriores cayó en manos de los franquistas. Le hicieron prisionero y le mandaron a un campo de concentración en San Juan de Mozarrifar, cerca de Zaragoza. Su encierro duró dos años, aunque él consiguió evadirse antes en cierta forma a través del fútbol. El balón fue su bombona de oxígeno y lo que le permitió emprender un nuevo rumbo a su vida.

La habilidad del donostiarra con la pelota entre los pies adquirió fama rápido entre los demás combatientes detenidos. El campeonato nacional de Liga se había detenido abruptamente a causa de la guerra, si bien en distintas zonas bajo el control de la República aún se seguían celebrando competiciones entre equipos cercanos geograficamente.

Aragón pasó pronto a manos del bando franquista y antes de finalizar la contienda Ontoria ya había llamado la atención del Unión Deportiva Casetas, el club de un barrio rural de Zaragoza. En 1939 se planteó la restauración del Campeonato Regional y el Casetas de Ontoria se inscribió junto al Zaragoza, Huesca y demás equipos de la época de la región. El Zaragoza puso sus ojos sobre el amaratarra con el regreso de las competiciones y así por fin pudo estrenarse en Primera División.

Ontoria posa con el balón agachadi el segundo por la izquierda antes de un partido con el resto de compañeros. KUTXATEKA/VICENTE MARTÍN

Jugó dos temporadas con el conjunto maño, la 39/40 y la 40/41, y después regresó a su casa para vestir la camiseta del equipo de su ciudad: la Real Sociedad. Cinco años después de coger las armas para defender la República, con 21 años de edad debutó como realista. Lo hizo con una derrota ante el Alicante.

Durante sus casi quince años como txuri-urdin, Ontoria se desempeñó en las posiciones de delantero primero y centrocampista después. Fue apodado como el 'gerente' y portó el brazalete de capitán durante una década. Coincidió con históricos jugadores como Paco Bienzobas, Querejeta, Sebitas, Marculeta, Castivia, Eizaguirre, Bagur, Urra e Iriondo, entre otros muchos. Tuvo de entrenadores a Patxi Gamborena, José Ignacio Urbieta, pero la mayor parte de su carrera la desarrolló a las órdenes de Benito Díaz.

Ontoria consideró a este último como su mejor mentor. «Los entrenamientos que hacíamos con él no se hacen ahora. Ejercicios individuales, formas de parar el balón, de pegarle... Benito era un hombre que sudaba más que ninguno en unos entrenamientos muy divertidos que hacían que estuvieras a gusto. Era un sabio del fútbol», destacaba sobre él años después de retirarse. Madridista por un día Vivió tres descensos a Segunda y otros tantos ascensos a Primera durante la década de los cuarenta con la Real. Su mayor hito fue aquella final de Copa del 51 celebrada en Chamartín ante el Barcelona de Ramallets, César y Kubala y que acabó con victoria catalana por tres goles a cero. Llegó a ser internacional en un par de ocasiones e incluso jugó un partido con el Real Madrid ante el Burnley para que los rectores federativos pudieran verle en acción antes de decidir si convocarle o no con la selección.

Tras 375 partidos en los que anotó 114 goles, Ontoria abandonó la escuadra blanquiazul con la carta de libertad en 1955 para marcharse al Indautxu. También jugó en el Barakaldo. Falleció en Donostia en 2004 a los 84 años de edad. El Vasconia celebra un torneo de fútbol base en su recuerdo.

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