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Real Sociedad

El segundo hombre es indefendible

la pizarra ·

Cinco minutos de furia en el arranque de la segunda mitad allanan la victoria de los realistas, que contaron con un Silva estelar y un Kubo incisivo

Imanol Troyano

San Sebastián

Lunes, 9 de enero 2023, 07:38

En cinco minutos resolvió el partido la Real ayer en Almería. Fueron 85 minutos a fuego lento y cinco a máxima potencia para llevar el partido a buen puerto. Ocurrió además en esos minutos inciertos al empezar la segunda parte, donde suele costar retomar el ... pulso al choque tras el paso por vestuarios, cuando el conjunto txuri-urdin desniveló la contienda y dejó noqueado al cuadro local.

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La Real pisó el acelerador en cuanto Alberola Rojas dio inicio al segundo acto. Los realistas pusieron el balón en juego y, tras enlazar varios pases entre los defensores, enseguida acertaron en conectar con Kubo a la carrera por el costado derecho. El japonés se multiplicó sobre el terreno de juego. Principalmente por la derecha, pero también por la izquierda y por dentro. Elevado a la tercera potencia.

Segundos antes de que Silva abriera el marcador, el canario también había realizado un envío interior en una situación muy parecida en la que nació el tanto inicial, cuyo receptor pretendía ser Zubimendi y que fue desbaratado por Rodrigo Ely. A la segunda fue la vencida.

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El canario volvió a levantar la mirada tras recibir un saque de banda de Aritz para volver a castigar las espaldas de Akieme y Babic, que debieron de tener pesadillas por la noche con la movilidad del nipón y la precisión de Silva. Esta vez recogió el esférico el '14' en línea de fondo y advirtió la internada al área del '21' sin oposición. El pase atrás no fue brillante, pero Silva se benefició del defectuoso despeje de Babic para anotar el 0-1. Una acción para enseñar en las escuelas. La ruptura de Kubo y la mirada levantada cuando tiene el balón bajo sus pies. El acompañamiento de Silva. Una jugada prácticamente indefendible.

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Cuando Silva suelta un balón tan vertical y profundo como en el primer gol, los rivales se ven obligados a cambiar su orientanción 180º hacia su portería, por lo que dejan de ver lo que llega a sus espaldas. En este caso al propio Silva, que juega en ventaja porque sigue la acción de cara y ni Babic, Ely y De la Hoz consiguen frenar al realista. La llegada del segundo hombre, ya sea Brais Méndez, Merino, Zubimendi, Illarramendi o Silva es muy complicada de defender y ayer abrió la puerta a la victoria, tal y como sucedió la jornada pasada contra Osasuna.

Silva recibe de Aritz tras un saque de banda y enseguida se percata de la posición de Kubo para lanzarle en profundidad. El japonés, entre Akieme y Babic, está esperando el pase.
Kubo alcanza el balón en línea de fondo, sin opción de disparo. Akieme sale a su paso, pero el japonés levanta la cabeza y ve la llegada de Silva al área sin oposición.
Silva se aprovecha de un despeje defectuoso de Babic para hacerse con el balón y batir por bajo a Fernando.

Todavía no había digerido el Almería el tanto encajado cuando Merino se coló por detrás de Robertone para recibir de Kubo en campo rival y lanzar al espacio a Sorloth. Sí, a la espalda de Babic, castigada una y otra vez por los guipuzcoanos. Con metros por delante y perfilado de derecha a izquierda, el noruego repitió su jugada favorita. Se metió hacia dentro para golpear con la zurda. Su disparo, seco y duro al palo corto, no pudo ser repelido por Fernando.

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No fue un partido fácil para Sorloth, que se las vio y deseó contra dos centrales de gran envergadura. No pudo explotar su habitual ventaja física en los duelos ante Babic y Ely, pero supo leer correctamente los desmarques para aprovechar los espacios que surgían. También se encargó de fijar a sus marcadores, lo que posibilitó los movimientos de sus compañeros, sobre todo los de Kubo.

Illarramendi avisa

El dinamismo del japonés rompió los esquemas del cuadro rojiblanco, muy pendiente siempre de tapar en salida a Zubimendi y a continuación a Silva. El Almería arrancó el encuentro muy presionante, pero antes del descanso ya había dado varios pasos hacia atrás.

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La Real afrontó el repliegue local con un Kubo muy abierto a banda derecha, que atraía a dos contrarios cada vez que recibía, normalmente a Akieme y Robertone. Esto sugería que había un realista libre, principalmente Merino. Así llegó la primera ocasión realista a la media hora de encuentro, pero Illarramendi, de segundo hombre, no acertó a rematar en boca de gol.

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