Setién, el maestro del ajedrez

También guardo una anécdota divertida porque un día me acerqué a su ciudad deportiva a ver un partido de juveniles y vi en la grada a Migueli, compañero mío en la selección y rival en el Barcelona. Me acerqué a saludarle y me soltó un manotazo en el hombro que me dejó temblando. «Por fin te cazo Roberto. Cuando jugábamos estaba cansado de lanzarme al suelo para quitarte el balón y que tú siempre saltaras por encima para regatearme». Gran tipo.

De todo eso ya ha llovido y ahora lo que nos afecta es este partido. La Real llega bien a pesar de que hasta ocho jugadores han ido con sus selecciones. Sé que el aficionado siempre teme que haya lesionados o vuelvan cansados pero es bueno para el club porque significa que está creciendo, y también para el futbolista. A mí me gustaba ir. A Oyarzabal le ha venido bien verse de nuevo ahí, Sorloth se ha reencontrado con el gol con Noruega y Merino ha sido de los más destacados con La Roja. Vuelven reforzados.

Del Villarreal conozco muy bien a Quique Setién, que fue compañero mío en el Atlético. Pasábamos horas jugando al ajedrez, aunque a él le apasionaba y a mí solo me entretenía. Era un maestro. No sé si le gané alguna partida... En el campo se ve que maneja a sus jugadores como lo hacía con las piezas en el tablero, demostrando que es un buen conductor de grupos.

Su equipo juega 1-4-3-3 con dos buenos centrales sacando el balón, Parejo como faro en el centro del campo acompañado por Baena y arriba, a pesar de la baja de Gerard Moreno, tiene a Chukwueze en racha, la zancada de Morales y el uno contra uno de Yeremy Pino. Sin olvidar a Lo Celso. ¿La clave? Para mí, que la Real presione la salida del balón rival para hacerle daño desde la recuperación.