Januzaj coge el balón con la mano para sacar un córner durante el partido de Vallecas. MANU REINO

This is Vallecas

El campo del Rayo es un estadio en el que se castigan los errores a la salida de balón y donde se exige intensidad y estar muy centrado

Los que ya hemos jugado en Vallecas sabemos lo que es vivir y sufrir como visitante, porque es un campo mucho más pequeño que Anoeta en el que se castigan mucho los errores en salida y en el que el balón parado es muy importante ... tanto defensivamente como ofensivamente. También es un estadio que te exige mucha intensidad y estar muy centrado porque pasan muchas cosas. Una intensidad que no hay que confundirla con precipitación, lo que a veces pasa en este tipo de partidos.

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De inicio Imanol decidió volver a situar el rombo que tan buenas sensaciones está dando. La Real llevó el peso del partido en la primera parte con posesiones largas y fue quien generó más peligro. En el minuto doce Portu tuvo una muy buena ocasión que paró Dimitrievski. Un error en la salida de balón del Rayo que recuperó Rafinha, le pasa a Sorloth y el murciano tiene una muy oportunidad de marcar.

A la media hora, una muy buena salida por la banda derecha de la Real hizo llegar el balón a Sorloth, que desde la frontal soltó un zapatazo que supuso el 0-1.

La Real mostró dos caras: una avasallando con posesiones largas, lo que nos gusta, y otra sufriendo sin balón

Para que nos hagamos una idea, la primera parada de Remiro fue en el minuto 40. Hasta entonces el portero había sido un mero espectador. En el inicio de la segunda parte tuvimos la oportunidad de ponernos con el 0-2 con una doble ocasión primero de Januzaj que para Dimitrievski y que después Merino no llega para rematar. Después la Real pasó del rombo al 1-4-3-3 y de pronto empezó a perder la posesión.

El hecho de que entraran Isak y Januzaj da un perfil de jugador para atacar y tener balón, pero en el momento en el que no tienes posesión cuesta recuperarlo. El Rayo poco a poco fue subiendo líneas y al contrario que a nosotros, los cambios le vinieron muy bien. Primero con la entrada de Trejo y por supuesto, con Falcao. Llevaba 30 segundos en el campo cuando marcó en una jugada muy bien llevada por Trejo que salva Remiro, pero el rechace lo cogió el goleador para empatar.

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No puedo decir que el empate no sea justo. La Real nos mostró dos caras: la primera, la que nos gusta, avasallando con muchas posesiones largas y la segunda sufriendo más, sin balón.

Quedan cuatro finales y el equipo está muy vivo. La sensación es que se puede pelear para lograr la ansiada cuarta plaza. Hay que hacer mención a que varios aficionados se desplazaron ayer a Vallecas para apoyar a los suyos y también al hecho de que Silva haya renovado un año más. Aunque sea un veterano, el canario se ha ganado la renovación porque está demostrando que está a un muy buen nivel.

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